La dificultad de obtener visas de EE. UU. y las repercusiones económicas de los bloqueos de China por el COVID han llevado a un fuerte aumento de ciudadanos chinos que se presentan en la frontera entre EE. UU. y México.
Algunos de esos recién llegados han aprendido de los sitios web y aplicaciones de las redes sociales sobre cómo hacer el largo y peligroso viaje, dijeron a Reuters inmigrantes, expertos en inmigración, abogados y funcionarios estadounidenses actuales y anteriores.
“Entrar a Estados Unidos por la frontera sur es una propuesta costosa y arriesgada. Pero si tiene razones personales o económicas para hacerlo, entonces hay una ruta disponible para usted”, dijo Erik Finch, director de estrategia de inmigración en Boundless Immigration, una empresa emergente de tecnología legal con sede en Seattle, Washington, y exfuncionario del Departamento de Estado con Experiencia tanto en China como en México. “Y creo que el hecho de que veas que un número cada vez mayor de personas lo utilizan es producto de la tendencia general y también del hecho de que otras rutas se han vuelto aún más imposibles”.
En el transcurso de tres semanas fotografiando y reportando desde un tramo fronterizo remoto en el sureste de Texas, Reuters fue testigo de cómo cientos de inmigrantes chinos cruzaban a Estados Unidos y entrevistó a más de dos docenas en mandarín.
Todos los entrevistados dijeron que tuvieron la idea de tomar la ruta terrestre a los Estados Unidos en las redes sociales y recurrieron a personas influyentes, grupos privados y comentarios para planificar sus viajes.
Aproximadamente la mitad dijo que había sido propietario de una pequeña empresa en China, que administraba tiendas en línea, una granja de ovejas y una productora de películas.
Algunos portaban cruces y biblias en chino, diciendo que eran cristianos que sentían que no podían practicar libremente su religión en casa. La constitución de China garantiza la libertad religiosa, pero en los últimos años los críticos, incluido el gobierno de EE. UU., dicen que Beijing ha endurecido las restricciones a las religiones, lo que se considera un desafío a la autoridad del gobernante Partido Comunista.
Un migrante que pidió después de hablar con Reuters que no se mostrara su rostro dijo que su ruta los llevó a Hong Kong, Tailandia y Turquía antes de llegar a Ecuador.
