Una niña de 8 años que murió la semana pasada bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza fue vista al menos tres veces por personal médico el día de su muerte, quejándose de vómitos, dolor de estómago y luego sufriendo lo que parecía ser una convulsión, antes de que fuera llevada a un hospital, dijeron el domingo funcionarios de inmigración de Estados Unidos.
La madre de la niña dijo anteriormente a AP que los agentes habían ignorado repetidamente sus súplicas de hospitalizar a su hija médicamente frágil, que tenía antecedentes de problemas cardiacos y anemia de células falciformes.
Anadith Tanay Reyes Álvarez, de padres hondureños, nació en Panamá con una cardiopatía congénita.
“Ella lloró y rogó por su vida, y la ignoraron. No hicieron nada por ella”, dijo Mabel Álvarez Benedicks, la madre de Anadith, a AP en una entrevista el viernes.
En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP) admitió que conocía el historial médico de la niña cuando el personal comenzó a tratarla por influenza cuatro días antes de su muerte el 17 de mayo.