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Putin cree que las relaciones EEUU Rusia dependerán de quien gane las elecciones

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El presidente ruso, Vladimir Putin, ha hecho declaraciones que podrían marcar el tono de las futuras relaciones entre Rusia y Estados Unidos, dependiendo del resultado de las elecciones presidenciales de noviembre en EE.UU. Durante la clausura de la cumbre de los BRICS en Kazán, Putin señaló que la disposición de Rusia hacia la colaboración o distanciamiento con Estados Unidos será un reflejo directo de la política que adopte Washington. Esta afirmación subraya la anticipación de un posible cambio en la dinámica de poder global, dependiendo de si Donald Trump, quien fue elogiado por Putin por su sinceridad respecto al conflicto en Ucrania, o Kamala Harris, ocupan la Casa Blanca.

La mención de Putin a Trump no fue casual; alabó las declaraciones del ex-presidente sobre buscar una resolución pacífica en Ucrania, insinuando una preferencia o al menos una disposición más favorable hacia las políticas de Trump. Sin embargo, Putin también dejó claro que cualquier acuerdo de paz con Ucrania tendría que reflejar las «realidades» en el terreno, donde Rusia mantiene el control sobre una significativa porción del territorio ucraniano. Este comentario refleja la estrategia rusa de consolidar sus ganancias territoriales como base para cualquier negociación.

La cumbre de los BRICS, que ahora incluye nueve países y representa una porción considerable de la población mundial y el PIB global, se ha posicionado como un foro donde se discuten no solo asuntos económicos sino también geopolíticos. La intervención de Xi Jinping, sugiriendo que los BRICS pueden ser una «fuerza estabilizadora para la paz», junto con el llamado de Antonio Guterres para una «paz justa» en Ucrania, subraya la relevancia de este grupo en la diplomacia internacional y las esperanzas puestas en él para contrarrestar las tensiones globales.

Putin también aprovechó la plataforma para enviar un mensaje a sus adversarios internacionales, asegurando que los intentos de infligir una «derrota estratégica» a Rusia son ilusorios, una declaración que resuena con el nacionalismo ruso y su percepción histórica de resiliencia. Este discurso es una muestra de la narrativa que Rusia proyecta internacionalmente: una nación que no se doblega fácilmente ante la presión externa.