En una noche de desafíos y emociones en el estadio Maracaná, Liga Deportiva Universitaria de Quito sufrió una derrota dolorosa al caer 2-0 frente a Fluminense en la final de la Recopa Sudamericana. El equipo ecuatoriano no logró mantener su hegemonía sobre el conjunto brasileño, al que había vencido en la Copa Libertadores 2008 y la Copa Sudamericana 2009, viendo esta vez cómo levantaban el trofeo de la Recopa.
El cambio de estrategia implementado por Liga de Quito resultó ser costoso, ya que en la primera mitad del partido se posicionaron más adelante en el campo, lo que les permitió tener un mejor desempeño. Sin embargo, en el segundo tiempo cedieron terreno y posesión de balón, lo que les llevó a encajar dos goles.
Durante la primera parte, el equipo ecuatoriano desplegó un juego inteligente al ceder la posesión del balón hasta la mitad de la cancha y luego cerrar espacios en el centro del campo, dificultando el avance del Fluminense y limitando sus oportunidades de ataque.
A pesar del esfuerzo y la estrategia inicial, Liga Deportiva Universitaria de Quito no logró contener la ofensiva de Fluminense en la segunda mitad del encuentro, lo que culminó en su derrota en la final de la Recopa Sudamericana.
Durante el transcurso del partido final de la Recopa Sudamericana entre Liga de Quito y Fluminense, se observó que los ataques más peligrosos del equipo local surgieron cuando los extremos locales lograban tomar el balón, aunque con poca eficacia en la definición.
A pesar de este intento ofensivo, destacó una intervención clave del arquero Alexander Domínguez, quien logró desviar un remate a quemarropa, evitando así mayores problemas para su equipo.
Por otra parte, la propuesta de Liga de Quito no se limitó únicamente a defenderse, ya que buscaron generar peligro mediante lanzamientos largos para que Jan Hurtado pudiera disputar y retener el balón con habilidad, esperando la llegada de sus compañeros para generar opciones de gol.
Sin embargo, en la segunda mitad del partido, el Fluminense logró mayor posesión de balón y gradualmente desgastó la resistencia del equipo universitario.
La entrada de jugadores como Marcelo, Douglas Costa y Renato Augusto resultó determinante para el conjunto brasileño, quienes contribuyeron significativamente en la consecución de los goles que sellaron la victoria en la final de la Recopa Sudamericana.
