Los líderes mundiales prometieron el domingo casi $ 300 millones (253 millones de euros) al Líbano para ayudarlo a recuperarse de la explosión masiva de la semana pasada en Beirut.
Más de 30 líderes, reunidos por teleconferencia a instancias del presidente francés Emmanuel Macron, dijeron que «la asistencia debe ser oportuna, suficiente y coherente con las necesidades del pueblo libanés … y entregada directamente a la población libanesa, con la máxima eficiencia y transparencia.»
El dinero no estaría vinculado a reformas políticas o institucionales, dijo la oficina de Macron. Sin embargo, también se hicieron promesas de apoyo a más largo plazo que dependería de los cambios introducidos por las autoridades, dijo el Palacio del Elíseo.
Las potencias mundiales insistieron en la transparencia en cómo se gasta la ayuda, desconfían de enviar ayuda a un gobierno que muchos libaneses ven como corrupto y también expresaron su preocupación por la influencia de Irán a través del grupo chiíta Hezbollah.
Macron, quien visitó Beirut el jueves, dijo en la apertura del enlace de video que las naciones participantes debían dejar de lado sus diferencias para apoyar al pueblo libanés y que la ayuda debería ser coordinada por Naciones Unidas.
«Nuestro papel es estar a su lado», dijo Macron desde su retiro de verano en la Riviera francesa.
Los líderes mundiales, incluido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pidieron una investigación imparcial, creíble e independiente sobre la explosión que mató al menos a 158 personas e hirió a otras 6.000. Algunos libaneses enojados han pedido una revuelta para derrocar a sus líderes políticos.
