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Brasil avala el uso de dos vacunas y las primeras dosis causan polémica

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Brasil autorizó este domingo el uso con carácter de emergencia de las vacunas del laboratorio chino Sinovac y del anglo-sueco AstraZeneca, y vacunó a las primeras personas en un acto simbólico y polémico, ya que avivó la disputa política entre el presidente Jair Bolsonaro y el gobernador de Sao Paulo, Joao Doria.

Por unanimidad, los cinco miembros de la dirección colegiada de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) autorizaron el uso con carácter de emergencia de ambos antídotos, tras una reunión de cinco horas, que fue transmitida en vivo.

Pese a que ambos ya cuentan con la autorización de Anvisa para su uso con carácter de emergencia, la vacuna de Sinovac desarrollada junto al Instituto brasileño Butantan es la única opción viable de inmunización para comenzar de inmediato la campaña de vacunación en Brasil.

No obstante, su aplicación fue condicionada a la firma y publicación en el Diario oficial de un término de compromiso por parte del Instituto Butantan, que produce el antídoto chino en Brasil.

La condición impuesta para la aplicación de la vacuna china no frenó al gobernador de Sao Paulo, principal rival político de Bolsonaro y que tan pronto conoció el aval para las vacunas organizó un evento para marcar el comienzo de la vacunación en el país.

La vacuna contra la covid-19 fue aplicada por primera vez en Brasil a una enfermera negra de 54 años, en un simbólico acto que volvió a avivar la férrea disputa entre Doria y el jefe de Estado.

El gobernador de Sao Paulo, quien en un comienzo fue aliado político de Bolsonaro, se convirtió en su principal rival conservador desde que dejó entrever su interés por lanzarse a las próximas presidenciales en 2022, en las que el mandatario aspira ser reelegido.

A partir de ese momento la confrontación entre ambos comenzó y se agudizó con la covid, ya que Bolsonaro es un negacionista de la pandemia, a la que ha llegado a llamar de «gripecita», mientras que Doria ha empleado todos los mecanismos para enfrentar al virus.

El gobierno de Bolsonaro quería iniciar el plan nacional de inmunización con la vacuna de AstraZeneca, laboratorio al que le compró 100 millones de dosis, pero las primeras todavía no han llegado al país.

Asimismo, llegó a vetar la compra del antídoto chino, solo porque la gestión la estaba adelantando Doria, quien compró 46 dosis de la vacuna que ya está siendo producida en Brasil por el Butantan, una entidad adscrita al gobierno paulista.

En el acto de aplicación de la primera vacuna en Sao Paulo -realizada sin haber comenzado oficialmente la campaña nacional de inmunización-, Doria criticó fuertemente a Bolsonaro, quien no estuvo en el evento.

«Este es un triunfo de la ciencia, un triunfo de la vida contra los negacionistas, contra aquellos que prefieren el olor a muerte en vez del valor y la alegría de la vida», declaró en su discurso.

El acto promovido por el gobernador paulista también fue duramente cuestionado por el ministro de Salud, general Eduardo Pazuello, que lo calificó de ser un evento de «marketing político» que tendrá que «resolver la justicia».

Pazuello recordó en una rueda de prensa que el Gobierno, además de las dosis adquiridas de AstraZeneca, compró 100 más de la vacuna china, que están «exclusivamente contratadas con el Ministerio de Salud y el Plan Nacional de Inmunización (PNI)».

«MAYOR CAMPAÑA DE VACUNACIÓN DEL MUNDO»

El ministro de Salud reafirmó este domingo que, tras la aprobación de Anvisa, Brasil, con sus 210.000 millones de habitantes, iniciará el miércoles la que calificó como la «mayor campaña de inmunización» contra la covid en el mundo.

«Está dado el primer paso para iniciar la mayor campaña de vacunación contra el coronavirus en el mundo», afirmó Pazuello al festejar la decisión de Anvisa y destacar que Brasil cuenta con un consolidado programa de inmunización que atiende a toda la población, capaz de vacunar a hasta un millón de personas por día.

Pazuello dijo que el Ministerio de Salud comenzará a distribuir este lunes en aviones militares las seis millones de dosis de antídotos que el país ya tiene disponibles, para que los 27 estados del país puedan iniciar el miércoles de forma simultánea la inmunización en todo Brasil y dijo que «cualquier movimiento fuera de esta línea va en contra de la ley».

CORONAVAC Y VACUNA DE OXFORD, ÚNICAS CON AUTORIZACIÓN EN BRASIL

La «Coronavac» china tiene un 50,4 % de efectividad y fue desarrollada por el laboratorio Sinovac y el Instituto Butantan, uno de los centros de investigación médica más prestigiosos de Brasil, mientras que el antídoto desarrollado por AstraZeneca y la Universidad de Oxford cuenta con un 70 % de efectividad.

Ambos antídotos realizaron las tres fases de pruebas en Brasil, uno de los principales requisitos exigidos por Anvisa para autorizar el uso en carácter de emergencia de una vacuna.

Actualmente en Brasil solo hay 6 millones de dosis de la vacuna china listas para ser aplicadas, y otras cinco en las puertas del horno del Butantan, mientras que de la vacuna de Oxford no hay ninguna en el país.

La Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), el principal centro de investigación médica de América Latina producirá 210 millones de dosis este año, la mitad con insumos propios, gracias a la transferencia de tecnología de AstraZeneca.

Como el Gobierno de Bolsonaro quería iniciar el plan con la vacuna de Oxford, le compró a un laboratorio indio dos millones de dosis listas que pensaba tener en el país la víspera, pero que finalmente solo arribarán al país en los próximos días.

El anuncio del inicio de la campaña de vacunación se da en momentos en que la segunda ola de la pandemia está disparada, con la mitad del país en alerta por el incremento de muertes y contagios, y con el estado de Amazonas colapsado por la falta de oxígeno y hospitales atiborrados.

Con cerca de 210.000 muertos, Brasil es el segundo país del mundo con mayor número de fallecidos, detrás de Estados Unidos, y la tercera nación con más cantidad de infectados (8,4 millones), después del país norteamericano e India.

María Angélica Troncoso