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Bolsonaro insiste ante pastores evangélicos en que quiere unas elecciones limpias

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Brasilia, 4 ago (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, candidato a la reelección en los comicios de octubre, reiteró este jueves en una reunión con pastores evangélicos que sus críticas al sistema de votación son para «garantizar» unas elecciones limpias.

«Si hubiera algo equivocado, no sería sólo para mí, sino también para los gobernadores o los diputados», dijo sobre sus sospechas en torno al sistema electrónico de votación usado en Brasil, de cara a las elecciones presidenciales, regionales y legislativas del próximo 2 de octubre.

Las urnas electrónicas fueron adoptadas por Brasil desde 1996 y hasta ahora no han sido objeto de una sola denuncia de fraude, pero aún así el mandatario insiste en que no son fiables.

Ante cientos de pastores de la Asamblea de Dios, declaró que, en favor de una mayor «fiabilidad» del sistema, pidió a las Fuerzas Armadas, como miembros de una comisión de transparencia de la Justicia electoral, que «fiscalicen» el proceso, pese a que las autoridades responsables de los comicios ya lo han rechazado.

El líder de la ultraderecha también volvió a descalificar las encuestas, que desde más hace un año le atribuyen una intención de voto del 30 %, frente al 45 % que obtendría el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, candidato de un frente progresista.

«Tres miembros del Tribunal Superior Electoral creen píamente en esas encuestas», dijo en alusión a tres magistrados de los que ya ha insinuado que estarían dispuestos a alterar el resultado de las elecciones para favorecer a Lula.

La Asamblea de Dios es el mayor movimiento evangelista que existe en Brasil y también el más antiguo. Fue fundado en 1911 por pastores procedentes de Estados Unidos, donde se había constituido en 1901.

Desde la década de 1980 ha ido penetrando en el ámbito político brasileño y se ha consolidado como propietario de grandes medios de comunicación.

Las iglesias vinculadas a la Asamblea de Dios, hoy con unos 22 millones de fieles en el país, son dirigidas por pastores alineados con el bolsonarismo y promueven los mismos valores conservadores defendidos por la ultraderecha que respalda al gobernante.

Esas coincidencias ideológicas se materializan en el Parlamento, en el que existe un Frente Evangélico que cuenta con 181 de los 513 diputados, ocho de los 81 senadores y ha sido parte, en los últimos años, de la base de apoyo al Gobierno.

El año pasado, Bolsonaro cumplió un antiguo compromiso con esas iglesias e impuso en la Corte Suprema al magistrado André Mendonça, un jurista que definió como «terriblemente evangélico».

Esa relación se refleja en las encuestas, que le atribuyen a Bolsonaro un 40 % de respaldo entre los evangelistas, que sólo en un 30 % se inclinan por Lula. EFE