De visita oficial en China, el mandatario brasileño, Lula da Silva, se reunió en Pekin con su homólogo chino, Xi Jinping. Desde alli, cerró lazos con el gigante asiático y mandó un contundente mensaje a los Estados Unidos, a quien acusa de «incentivar la guerra» en Ucrania. Este sábado, Lula vuela hacia Abu Dhabi, donde iniciará una nueva visita oficial por invitación del presidente de los Emiratos Árabes Unidos, el Jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan.
«Es preciso que Estados Unidos pare de incentivar la guerra y comience a hablar de paz, es preciso que la Unión Europea comience a hablar de paz». Con estas declaraciones, Brasil muestra su buena sintonía diplomática y comercial con Pekin. Ahora deberá buscar el equilibrio en sus delicadas pero estrechas relaciones con Washington. «No necesitamos romper y pelearnos con nadie para mejorar. Brasil tiene que buscar sus intereses. Brasil tiene que hacer acuerdos posibles con todos los países», justificó Lula.
«La paz interesa a todo el mundo». Lula cree así que sólo con el diálogo se podra convencer a Vladimir Putin y Volodymyr Zelensky de llegar a un alto el fuego. Brasil quiere también demostrar al Mundo que está «de regreso» en la escena política internacional. Uno de los objetivos de esta visita es establecer un grupo de países que trabajaría por una resolución negociada del conflicto en Ucrania, aunque no han trascendido más detalles sobre este plan. «Es preciso tener paciencia».
Cabe recordar que, a diferencia de las grandes potencias occidentales, ni Brasil ni China impusieron sanciones a Rusia desde el inicio de la guerra
Desde la ciudad más poblada de China, el presidente brasileño también lanzó críticas contra el Fondo Monetario Internacional (FMI), y cuestionó el dólar como moneda global. Xi Jinping, por su parte, auguró que la economía de su país «abrirá nuevas oportunidades para Brasil y los países de todo el mundo».
Da Silva pudo además reunirse con Huawei, el gigante tecnológico chino que integra la lista negra de los EEUU por ser «una amenaza para la seguridad nacional».
De China a Emiratos Árabes Unidos
Tras su visita a China, el presidente Lula viaja este sábado a Abu Dhabi, donde cenará con el Jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, presidente de los Emiratos Árabes Unidos. En la agenda, se busca discutir «temas como el comercio, inversiones, transición energética, cambio climático y seguridad global», según un comunicado de la cancillería brasileña.
El comercio bilateral entre Emiratos y Brasil ascendió en 2022 a 5.768 millones de dólares, en alza de 74,5% respecto al año precedente, con un superávit de 740 millones a favor de Brasil, según datos oficiales brasileños. Brasil importa principalmente petróleo y derivados de los hidrocarburos.
Emiratos Árabes Unidos, que también adoptó una posición de neutralidad en el conflicto Rusia – Ucrania, acoge a un importante número de empresarios rusos que buscan esquivar las sanciones, principalmente en Dubái.
