LONDRES — Cientos de miles de personas se alinearon en las calles de Londres el sábado para presenciar la coronación del rey Carlos III de Gran Bretaña en una ceremonia de pompa y tradición vista por millones de personas en todo el mundo por televisión y en línea.
Noventa jefes de estado, incluidos reyes y reinas de todo el mundo, asistieron a la ceremonia en la Abadía de Westminster. Unos 203 países estuvieron representados en la congregación, según el Palacio de Buckingham.
Charles, que ahora tiene 74 años, se convirtió en heredero del trono británico en 1952 a la edad de solo tres años, cuando su madre, la reina Isabel II, ascendió al trono y fue la heredera británica con más años de servicio. Charles se convirtió oficialmente en rey tras su muerte el 8 de septiembre del año pasado.
La coronación de Charles marca un nuevo capítulo para una antigua institución.
Procesión histórica
El rey Carlos III y la reina consorte Camila fueron llevados en un carruaje tirado por caballos desde el Palacio de Buckingham a la Abadía de Westminster el sábado por la mañana.
A pesar de las fuertes lluvias ocasionales, cientos de miles de personas se alinearon en la ruta de la procesión a lo largo de The Mall y Whitehall, pasando por las Casas del Parlamento, tal como lo habían hecho hace ocho meses para el funeral de la Reina Isabel II.
Un pequeño número de manifestantes ahogó brevemente los vítores. La policía realizó varios arrestos, incluidos miembros del grupo antimonárquico República y el grupo de protesta ambiental Just Stop Oil. No hubo interrupción de la procesión.
Dentro de la Abadía de Westminster, la congregación de 2200 personas incluía miembros de la familia real, reyes y reinas extranjeros, presidentes y primeros ministros, junto con miembros del público invitados por el rey para su trabajo de caridad. Fue una fracción de la congregación de 8.000 personas que presenció la coronación de la reina Isabel en 1953, lo que refleja el deseo de Carlos de lo que el palacio llama una monarquía «reducida».
El príncipe Harry, el hijo menor de Carlos, asistió solo a la ceremonia en medio de relaciones tensas tras las acusaciones de racismo contra su esposa Meghan Markle y su hijo, el príncipe Archie, que la familia real niega.
