En Mocache, un pequeño rincón de la costa ecuatoriana, el miedo se ha instalado en cada rincón de la comunidad. Los susurros de temor se propagan como el viento, y las sombras de la noche esconden un secreto siniestro. Las redes sociales se han convertido en el eco de un vídeo que ha sembrado el terror de los usuarios.
En ese vídeo, varias camionetas se deslizan sigilosamente por las polvorientas calles del pueblo. En sus baldes, decenas de individuos cubiertos de pies a cabeza con ropa negra, como fantasmas de la noche. ¿Quiénes son estas figuras misteriosas que acechan en la oscuridad? La respuesta, aunque desconcertante, es sorprendente.
Resulta que estos individuos pertenecen a una banda de ganaderos del cantón, quienes, en un acto de valentía y desesperación, han decidido patrullar junto a la Policía para proteger sus bienes más preciados: sus animales.
La Comandancia de la Sub-zona Los Ríos ha confirmado esta teoría, revelando que estos ganaderos ocultan sus identidades para evitar ser reconocidos por los cuatreros que acechan su misma zona. En este rincón rural de la costa, donde los campos verdes se extienden hasta donde alcanza la vista, los cuatreros son conocidos como los delincuentes que se dedican al robo de animales de ganado. Son sombras en la noche, ladrones furtivos que acechan en busca de una oportunidad para hacer sus fechorías.
Pero la presencia de estas bandas delictivas ha sumido a toda la provincia de Los Ríos en un estado de constante temor. Las noches se vuelven más oscuras, los suspiros se vuelven más profundos. Los ganaderos se han convertido en vigilantes nocturnos, defensores de sus rebaños y custodios de la tranquilidad. Sus rostros permanecen ocultos bajo la oscuridad de la noche, sus identidades se desvanecen en la neblina del miedo.
En esta tierra de contrastes, donde la belleza de los paisajes se ve ensombrecida por la sombra del crimen, la valentía y la determinación de los ganaderos dan un brillo de esperanza. Tras sus máscaras negras, se encuentran hombres y mujeres dispuestos a luchar por lo que es suyo, dispuestos a enfrentarse a las sombras que amenazan su existencia.
En Mocache, la noche ya no es solo un momento de descanso y paz. Es un escenario de batalla, donde los ganaderos se enfrentan a los cuatreros con el único objetivo de proteger lo que aman. La oscuridad puede ser un manto de miedo, pero también puede ser un velo que oculta el coraje y la determinación de aquellos que se niegan a ser víctimas.
