El cierre desde este lunes de todas las sucursales de Western Union en Cuba por las últimas sanciones de Estados Unidos cercena la principal vía legal de envío de remesas a la isla y amenaza con dificultar la subsistencia de sus ciudadanos en medio de una grave crisis económica.
«Ahora realmente no sé cómo vamos a hacer», explica a Efe Ainhoa, una cubana de 21 años, tras recoger en una oficina de Western Union en La Habana el último envío de efectivo de su tío desde Miami.