Miembros del Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (CUACME) y las direcciones municipales de Aseo Cantonal, Mercados y Servicios Especiales, Justicia y Vigilancia, y Vía Pública, ejecutaron un operativo de control conjunto para mantener a la Bahía libre de comerciantes informales. Estaba previsto que continúe hasta las 18h00 para mantener el orden.
El Director del CUACME, capitán Jaime Dávalos; el Jefe Municipal de Mercados Mayoristas, Minoristas y Áreas de Ordenamiento, coronel Byron Herrera, y Carla Villamar, Jefa de Asignación y Control de Comerciantes, de la Dirección de Aseo Cantonal y Mercados, condujeron la intervención, en la que participaron 4 oficiales y 152 Agentes Metropolitanos, 50 supervisores de Aseo Cantonal, 42 delegados y 8 conductores de Justicia y Vigilancia y personal de Vía Pública, distribuidos en distintos puntos, para evitar que los vendedores ambulantes se tomen los accesos y callejones de la Bahía, perjudicando al comercio formal y generando aglomeraciones de público que son foco de contagio de COVID-19.
“Hoy los operativos han contemplado la distribución (del personal municipal) en varios lugares estratégicos de la ciudad, donde hemos identificado que se asientan mayoritariamente los comerciantes informales y es ahí donde vamos a actuar”, dijo Dávalos.
Al respecto, Herrera agregó que en la Bahía evitaron la llegada de los vendedores ambulantes y retiraron a los pocos que ya se habían hecho presentes a primera hora de este martes, ante la queja de los comerciantes formales, que atribuyen a los informales, las aglomeraciones que se generan, causando el incumplimiento de las medidas básicas de bioseguridad ante la pandemia, como el distanciamiento y uso obligatorio de mascarillas.
Herrera puntualizó, además, que reforzaron la presencia del personal municipal y los recorridos de control en tres puntos de la Bahía: del lado Manabí y Chimborazo, Av. Olmedo y en la Bahía de Villamil.
Retiro de mercadería
“Los pasos están perfectamente establecidos en nuestros procedimientos y respaldados en las ordenanzas municipales. Corresponden al retiro temporal de las mercaderías, de aquellos comerciantes que se nieguen a abandonar el lugar donde están realizando una actividad de manera informal, atentando contra el orden y el ornato de la ciudad de Guayaquil”, explicó Dávalos.
El Director del CUACME detalló que una vez que al comerciante se le retira su mercadería, ingresa a la bodega del CUACME, donde se elabora un documento que se denomina el “parte de retiro”. Con este se acerca al Municipio de Guayaquil, a la oficina del Comisario Municipal correspondiente, que le asigna la multa que tiene que pagar, para retirar sus productos, presentando el “parte de devolución”. “Desde la semana pasada hasta la actualidad se han reportado 160 clausuras a cargo de la Dirección Municipal de Justicia y Vigilancia, con el respaldo de las demás áreas municipales, incluido el CUACME”, concluyó Dávalos.
