Guayaquil
Operativo municipal detecta conexiones clandestinas para llenar piscinas

Como parte de los operativos de control de la vía pública, la Dirección de Justicia y Vigilancia del Municipio de Guayaquil detectó conexiones clandestinas de agua para llenar piscinas armables.
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal de Guayaquil prohibió la instalación de estas piscinas en la vía pública porque generan aglomeraciones, lo cual podría incidir en un aumento de contagios de COVID-19 en Guayaquil.
Por ello, durante el feriado de Carnaval la Dirección de Justicia y Vigilancia dispuso 30 funcionarios para hacer respetar esta disposición. Ellos contaron con el apoyo de elementos de la Policía Nacional, Autoridad de Tránsito Municipal (ATM), Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano (CUACME), Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guayaquil (Emapag) e Interagua.
Como parte de estos controles, la mañana de este 16 de febrero de 2021 se realizó un operativo en la Isla Trinitaria y en el Suburbio. Hasta el mediodía se había retirado de la vía pública alrededor de 10 piscinas. No hubo decomisos, sino que los mismos dueños vaciaron y guardaron la piscina.
Al mismo tiempo, personal de Interagua detectó conexiones clandestinas o alteraciones a los medidores de agua para llenar las piscinas. Al observar esta anomalía inmediatamente se cortó la conexión ilegal.
Incluso Interagua comunicó que los reservorios de agua de la Vía Perimetral están vacíos. “Han hecho unas conexiones hacia las ventosas de los reservorios y han robado el agua para llenar las piscinas del noroeste. Son miles de metros cúbicos robados”, denunció Ilfn Florsheim, vocera de Interagua.
Son reservorios de 500 y 1.000 metros cúbicos donde se registraron estas conexiones clandestinas. Debido a ello en las partes altas de Guayaquil, como el cerro Mapasingue, hay problemas de suministro de agua.
Cuando se detecta estas conexiones ilegales, se impone una multa acorde al consumo hecho de manera ilegal. Y si es que hay un daño al medidor, se cobra al dueño la reparación. “El robo desmedido de agua afecta a los sectores más altos de la ciudad (barrios asentados en los cerros) y va en perjuicio de los ciudadanos. En estos momentos de pandemia se necesita agua limpia y algunas personas la están desperdiciando”, dijo Florsheim.
Problema en la vía pública
Luis Ávila, jefe de Justicia y Vigilancia, explicó también que algunos predios usan las piscinas como negocio porque cobran el ingreso. A eso se suma que venden bebidas alcohólicas que se consumen en la vía pública, lo cual también está prohibido.
Por eso, el funcionario dijo que los esfuerzos del Municipio van en la línea de despejar la vía pública. “Hay conductores que no pueden estacionarse. O peor aún, imagine que viene un conductor en estado etílico y se estrella contra alguna de estas piscinas. Se pone en peligro la vida de los niños”, alertó.
Incluso, como las piscinas se colocan en la calle y quedan allí durante días, se dificulta el acceso de los camiones recolectores de Urvaseo. Eso genera acumulación de basura y otros problemas de salud.
El personal de Justicia y Vigilancia explicó a los moradores que las piscinas solo pueden colocarse al interior de los predios y ser usadas únicamente por el núcleo familiar. El objetivo es limitar los contactos de la población para que no haya un aumento de contagios de COVID-19.
La sanción para el predio que coloque una piscina armable en la vía pública es de un salario básico unificado (USD 400). Pero si hay resistencia a la acción de la autoridad la sanción puede incrementar a dos salarios.
En las próximas horas se realizará un balance general con los resultados de los operativos efectuados durante el feriado de Carnaval por parte del Municipio de Guayaquil.