Guayaquil
Más de 10.000 estudiantes desfilaron en honor a Guayaquil
El desfile en honor a la Independencia de Guayaquil este año no solo fue un despliegue de color y tradición sino también un emotivo puente generacional. Más de 10.000 estudiantes de 90 instituciones educativas marcharon por las calles del centro, evocando el espíritu patriótico de la ciudad. Entre ellos, Itaty Moya Guillén, quien con su uniforme rojo y plomo, no solo representó a su colegio sino continuó el legado de su madre, Silvia Guillén, quien en 1994 fue bastonera.
Silvia Guillén, con los ojos llenos de orgullo, observó cómo su hija de 16 años seguía sus pasos, marchando por las mismas calles donde alguna vez ella lo hizo. «Es un orgullo que mi hija cada año desfile», expresó, reflejando el sentimiento de continuidad y tradición que estas festividades fomentan. Este evento no solo es una celebración sino una vivencia que une a las familias guayaquileñas.
La organización del desfile estuvo a cargo de Tahiz Panus, quien destacó la participación masiva como un símbolo de la unidad y el civismo en Guayaquil. La ruta del desfile, que comenzó en la calle Quito, culminó en la avenida Malecón Simón Bolívar, pasando por puntos emblemáticos de la ciudad, convirtiéndose en un escenario donde la historia y el presente se encuentran.
En la tribuna de honor, el alcalde Aquiles Alvarez, acompañado por la Reina de la ciudad, Jennifer Tutivén, y otros dignatarios, presenciaron el desfile. Tutivén, quien también desfiló en su juventud, compartió su nostalgia y el honor de ahora ser parte del evento desde una perspectiva diferente, subrayando el ciclo de la vida y las tradiciones en Guayaquil.
El evento no solo encendió el espíritu patriótico sino que también trajo beneficios económicos a la comunidad. Fotógrafos como Antonio Tagua aprovecharon la ocasión para generar ingresos, mostrando cómo las festividades locales impulsan la economía. Además, la inclusión de canes entrenados y veteranos de guerra añadió un toque especial al desfile, demostrando la diversidad y la inclusión en las celebraciones.
Este 2024, Guayaquil demostró una vez más su capacidad de celebrar su independencia con una mezcla de solemnidad y alegría, donde la seguridad y el orden, garantizados por diversas fuerzas del orden, permitieron que ciudadanos y visitantes disfruten sin preocupaciones. Las Fiestas Octubrinas siguen siendo un reflejo de la identidad y el orgullo de una ciudad que recuerda su pasado mientras mira hacia el futuro.
