Guayaquil
Pedían medio millón de dólares por liberarlo, pero lo mataron
En un lamentable suceso que ha conmocionado a la comunidad de Pascuales, el empresario Don Jhonny Cabrera, de 54 años, fue encontrado sin vida la noche del 14 de octubre. Dueño de una conocida lubricadora en la región, Cabrera fue víctima de un secuestro mientras desayunaba en su negocio. Los secuestradores, sin escrúpulos, llegaron con la intención clara de raptarlo, marcando el inicio de una pesadilla para su familia y amigos.
Pocos momentos después del secuestro, los delincuentes enviaron videos a la familia de Don Jhonny, donde el empresario, bajo evidente coacción, solicitaba a su hijo reunir medio millón de dólares para su rescate, instándolo a pedir prestado y negociar con los captores. La comunidad, en un acto de solidaridad, organizó rifas durante el fin de semana con el objetivo de ayudar a juntar la exorbitante suma de dinero demandada por los secuestradores, quienes viven lujosamente a costa de extorsionar y aterrorizar a otros.
La esperanza de ver a Don Jhonny regresar a salvo se esfumó la noche del lunes, cuando se difundió un video que mostraba el brutal asesinato del empresario. En la grabación, los asesinos, antes de terminar con la vida de Cabrera con varias detonaciones, lanzaron una amenaza directa contra los miembros de la Unidad de Asesinatos, Secuestros y Extorsión (UNASE), en una clara demostración de desafío a las autoridades. Este acto de violencia no solo arrebató la vida de un hombre trabajador y querido, sino que también ha dejado una huella de terror en la región.
Don Jhonny, quien había superado la pérdida de su esposa tres años atrás y continuado con su negocio con esfuerzo y dedicación, se convierte en otra víctima de la inseguridad y la violencia que plaga a muchas comunidades. Su asesinato, a sangre fría y en un lugar tan desolado como los manglares de la vía perimetral, refleja la crueldad y la impunidad con la que operan algunos grupos criminales. Este trágico evento subraya la urgente necesidad de acciones más contundentes por parte de las autoridades para combatir el secuestro y el crimen organizado, asegurando que no haya más vidas truncadas por la violencia.