Guayaquil
Guayaquil: los sitios históricos de la Independencia y cómo han cambiado con el tiempo

El centro de Guayaquil, tal como se conoce hoy, fue hace 205 años el corazón de una ciudad que apenas contaba con 14 mil habitantes, extendida desde el cerro Santa Ana hasta los Astilleros. Aunque el paisaje urbano ha evolucionado, las huellas de la gesta independentista de 1820 permanecen en sus calles, muchas de ellas transformadas pero cargadas de memoria.
Uno de los episodios más emblemáticos fue la “Fragua de Vulcano”, una reunión secreta disfrazada de fiesta, donde los insurgentes se comprometieron a liberar a Guayaquil del dominio español. Aunque el monumento que honra ese momento se encuentra en la Plaza de la Administración, el encuentro original tuvo lugar en la casa de José de Villamil y Ana Garaycoa, ubicada en lo que hoy son las calles Malecón y Elizalde, aquella vivienda de tres pisos fue destruida en el gran incendio de 1896, y actualmente el terreno es ocupado por un parqueo junto a condominios.
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El historiador Johnny Roca explica que los patriotas planificaron meticulosamente la operación revolucionaria, con el firme propósito de “romper las cadenas del yugo español y hacerlo hasta conseguirlo o la muerte”. La madrugada del lunes 9 de octubre de 1820, en apenas cuatro horas, tomaron los principales cuarteles de los realistas.
El primero fue el de los Granaderos de Reserva, donde hoy se levanta el Palacio Municipal. Allí estaban concentrados 600 de los 1 500 soldados españoles. Benito García, jefe del escuadrón, fue capturado en su casa, actual sede de la Biblioteca Municipal. A una cuadra, en el edificio que hoy ocupa El Correo, se encontraba la Brigada de Artillería, sometida por apenas 50 hombres liderados por León de Febres Cordero.
Simultáneamente, se tomó el Escuadrón de Caballería de Daule, en el sector que hoy se conoce como La Bahía, frente al monumento a Olmedo. Fue el único punto donde se registraron enfrentamientos.
Con los cuarteles bajo control, los insurgentes contemplaron lo que el historiador Roca llama la “Aurora Gloriosa”: el amanecer de un Guayaquil libre, sin reacción posible del ejército español. Incluso las lanchas cañoneras ancladas en el río, cerca del cerro Santa Ana, fueron capturadas.
El acta de independencia fue firmada en la sala capitular de la iglesia San Agustín, ubicada en las calles Luis Urdaneta y Pedro Moncayo, sitio que conserva su función y estructura original.
Hoy, entre edificios modernos y calles transitadas, Guayaquil recuerda su historia con monumentos, placas y relatos que conectan el presente con aquel amanecer de libertad que marcó el inicio de una nueva era.
🔘La Conaie manifestó preocupación por el ataque a la caravana de Noboa en Cañar, viéndolo como provocación gubernamental para justificar represión.
Exigen libertad inmediata de detenidos, incluyendo un adulto mayor, y una investigación con organismos de derechos humanos.… pic.twitter.com/d3Mym9gJae— Ecuador Comunicación 🛜 Siempre Más Noticias (@ecuadorprensaec) October 8, 2025