Antes de iniciar su intervención, la ministra María Paula Romo aclaró que se dirigía a los asistentes, no como presidenta del Comité Interinstitucional de Coordinación para la Prevención de la Trata de Personas, Tráfico Ilícito de Migrantes, y Protección a sus Víctimas, sino como una ciudadana con deseos de justicia, que lucha por los derechos de otros, porque juntos podemos vencer a uno de los delitos más execrables y vergonzosos que puede tener una sociedad: la trata de personas, una forma moderna de esclavitud.
Lo hizo esta mañana en Quito, al pie del Monumento Nuestros Héroes, donde se realizó un acto de Conmemoración por el Día Mundial contra la Trata de Personas. En el acto también estuvieron el viceministro de Gobierno, Patricio Pazmiño; el comandante de Policía, Patricio Carillo; Michael J. Fitzpatrick, el embajador de Estados Unidos en Ecuador; entre otras autoridades de varios organismos internacionales y de las entidades que forman parte del Comité Interinstitucional.
“Cuando un ser humano abatido por la necesidad de un ingreso económico, es aprovechado por otra persona para trabajar con poca o ninguna paga, eso es trata de personas; cuando una mujer es explotada sexualmente bajo amenazas, eso es trata de personas; cuando un niño o niña deja de asistir a su escuela, y es obligado a trabajos, muchas veces riesgosos, a mendigar e incluso a formas de explotación sexual, eso es trata de personas”, refirió la Ministra de Gobierno.
Además, resaltó la labor que realiza la Policía del Ecuador, a través de la Unidad Contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes, responsable de investigar los casos para que se judicialice a los explotadores, que muchas veces son familiares de las víctimas. Elogió la labor policial y les entregó un reconocimiento, porque no solo es cuestión de labor de pesquisa delictiva, sino de labores de prevención. Destacó que, pese a lo irregular que ha sido el 2020, las cifras son casi similares a todo el año 2019. Muestra de que el trabajo investigativo no ha parado, pese a la crisis sanitaria.
“La Policía va a enfrentar un desafío mayor, luego de las consecuencias de la pandemia. El coronavirus no solamente va a tener crisis en la salud del país y en la región, sino que además están provocando una crisis social y económica sin precedentes. Es en este tipo de realidad donde se crea la oportunidad para quienes pretenden traficar con personas y particularmente con mujeres”, explicó, a la que vez que indicó que el trabajo institucional va a tener que multiplicarse, para evitar los tentáculos de la trata de personas.
