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Hombres que atacaron un cajero en Quito, quedaron en libertad, LA POLICÍA EXPLOTA DE RABIA Y DECEPCIÓN
En la madrugada del 30 de octubre de 2024, un evento delictivo estremeció a Llano Grande, al norte de Quito, cuando un artefacto explosivo fue detonado en un cajero automático. La respuesta policial fue inmediata, y en los esfuerzos de investigación se lograron capturar a cinco sospechosos, recuperando al mismo tiempo diversos elementos asociados con el delito, incluidos vehículos, armas, y dinero en efectivo.
A pesar de la eficacia de la policía en la aprehensión de los presuntos responsables, el sistema judicial enfrentó un revés significativo. El jueves 31 de octubre, a las 03h14, los detenidos fueron presentados ante un juez en la Unidad Penal con Competencia en Infracciones Flagrantes en la parroquia Mariscal Sucre de Quito. Sin embargo, el proceso judicial se vio obstaculizado por la ausencia del Defensor Público, lo cual llevó a la liberación inmediata de los sospechosos.
Esta situación ha provocado un clamor público y una crítica abierta al sistema judicial. La policía, que ha trabajado incansablemente para mantener el orden y la seguridad, se ve frustrada por la imposibilidad de hacer avanzar el proceso debido a fallos administrativos. Este incidente no solo subraya la necesidad de una mejor coordinación entre las entidades de seguridad y justicia, sino que también pone en evidencia la necesidad de cambios para garantizar que los procedimientos legales se lleven a cabo de manera eficiente y justa.
La Defensoría Pública y el Consejo de la Judicatura son ahora el foco de atención, con la expectativa de que se implementen medidas correctivas y se establezcan acciones administrativas para prevenir futuros incidentes similares. La comunidad espera que se tomen medidas ejemplares para asegurar que los funcionarios cumplan con sus deberes.