FUT Anuncia movilización nacional para el 21 de noviembre para coincidir con la Cumbre Iberoamericana

El presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) de Ecuador, José Villavicencio, ha anunciado una serie de movilizaciones en protesta contra la administración del presidente Daniel Noboa. Las protestas están programadas para iniciar en la ciudad de Cuenca, coincidiendo con la celebración de la Cumbre Iberoamericana, y culminarán con una movilización a nivel nacional el próximo 21 de noviembre.

Esta convocatoria busca manifestar el descontento con la gestión del gobierno en varios frentes, incluyendo la crisis energética, el desempleo, y la reciente suspensión de la vicepresidenta Verónica Abad. Villavicencio ha invitado a una amplia coalición de sectores, abarcando desde organizaciones indígenas hasta el movimiento campesino, la juventud y las amas de casa, para unirse a esta jornada de protestas, subrayando la necesidad de una respuesta contundente a las políticas neoliberales implementadas por Noboa.

La elección de Cuenca como punto de inicio para las manifestaciones tiene un significado particular, ya que esta ciudad será el centro de atención internacional durante la Cumbre Iberoamericana. Esta movilización no solo pretende expresar el malestar interno de Ecuador sino también proyectar a nivel internacional las preocupaciones de la sociedad civil ecuatoriana frente a la actual administración.

El FUT, junto con otras organizaciones sociales, ha venido expresando su oposición a medidas gubernamentales que consideran perjudiciales para los trabajadores y la población en general. La movilización del 21 de noviembre se plantea como un punto culminante en este periodo de resistencia, buscando visibilizar aún más las demandas de los sectores afectados y presionar por cambios en las políticas gubernamentales.

La acción coordinada de protesta en Cuenca y la posterior movilización nacional reflejan una estrategia para amplificar la voz de los ecuatorianos que se sienten marginados por las políticas actuales, buscando no solo cambios en la gestión de la crisis eléctrica y laboral, sino también un mayor compromiso con la justicia social y la participación democrática en Ecuador.