Pronóstico de lluvias, para la Amazonía y gran parte de la Sierra de Ecuador

El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) ha emitido un pronóstico de lluvias, tormentas y viento para la Amazonía y gran parte de la Sierra de Ecuador, con una particular atención en la región de Paute, Azuay, donde se encuentra el complejo hidroeléctrico más grande del país. Este pronóstico llega en un momento crítico, ya que la zona ha sido afectada por la peor sequía en 60 años, afectando directamente la generación de energía eléctrica.

El Inamhi ha detallado que desde este sábado 2 de noviembre, existe una alta probabilidad de «lluvias dispersas» en las zonas de la Sierra, con expectativas de «mayor intensidad» en las provincias del norte y centro de la Amazonía, incluyendo Sucumbíos, Orellana, Napo y Pastaza. Estos eventos son atribuibles a varios factores meteorológicos, incluyendo el ingreso de masas de aire húmedo y la influencia de la onda tropical Madden Julian.

La sequía recientemente ha forzado al país a implementar apagones programados, afectando tanto a la economía como a la vida diaria de los ecuatorianos. La esperanza de lluvia en Paute podría significar un alivio para la crisis energética, considerando la importancia estratégica de esta región en la producción de energía hidroeléctrica.

Las consecuencias de los apagones han sido significativas. Se estima que las pérdidas económicas a causa de estos cortes alcanzaron los 2 000 millones de dólares en octubre, impactando a todo tipo de negocios y hogares. Sin embargo, el Gobierno Nacional ha anunciado una reducción en la duración de estos cortes de luz, bajando de hasta catorce horas diarias a un rango entre seis y cuatro horas, a partir del próximo martes hasta el domingo.

La llegada de las lluvias podría no solo mitigar la crisis energética sino también ofrecer un respiro a la agricultura y otros sectores afectados por la sequía. La comunidad y el gobierno esperan que estos pronósticos se cumplan y traigan consigo la recuperación de los niveles de agua en las represas hidroeléctricas, vitales para la estabilidad energética del Ecuador.