Internacional
Las vacunas COVID se acercan a la línea de meta utilizan nueva tecnología
Dos vacunas COVID-19 que podrían llegar tan pronto como noviembre utilizan una nueva técnica prometedora que, según los expertos, acelera el proceso de desarrollo.
Las nuevas vacunas serán la primera prueba para ver si las vacunas basadas en el código genético, en lugar del germen en sí, pueden ser seguras y efectivas. Moderna, empresa de biotecnología con sede en Estados Unidos, está desarrollando uno. El otro es producto de una colaboración entre la farmacéutica alemana BioNTech y Pfizer, con sede en EE. UU.
Todas las vacunas anteriores han activado el sistema inmunológico con versiones muertas o debilitadas de un germen o partes de él. El ingrediente activo de cada una de las nuevas vacunas es un fragmento de código genético llamado ARNm. Le indica al cuerpo que produzca una pequeña parte del virus. No causa enfermedad, pero prepara al sistema inmunológico para combatir el virus real.
Producir suficiente vacuna para cientos de millones de dosis generalmente requiere grandes sistemas de fabricación biológica especializados para hacer crecer el germen o sus partes. Las vacunas de ARNm se desarrollan más rápidamente en parte porque no dependen de estos sistemas complejos. Además, el ARNm es una serie de componentes químicos que se pueden modificar rápidamente para producir una nueva vacuna para combatir un germen diferente.
Estas son las primeras vacunas basadas en código genético que se desarrollarán para pacientes humanos. Varias vacunas veterinarias que utilizan esta técnica están en el mercado, incluidas las inmunizaciones contra el virus del Nilo Occidental en caballos, el melanoma en perros y una enfermedad viral en el salmón.
Pruebas en curso
En las primeras pruebas de seguridad, unas pocas docenas de personas sanas recibieron una vacuna o un placebo para comparar. Ambas vacunas produjeron efectos secundarios como dolores de cabeza, fiebre, escalofríos, fatiga o dolor muscular en la mayoría de los pacientes. Ninguno fue lo suficientemente serio como para detener la prueba.