Este jueves, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó su «creciente preocupación» por la crisis entre Venezuela y Guyana, y advirtió que lo último que quiere para la región es una guerra entre países vecinos.
Durante una cumbre del Mercosur en Rio de Janeiro, Lula insistió en que «lo que no queremos es una guerra en América del Sur, no necesitamos un conflicto». La disputa entre Venezuela y Guyana por la zona del Esequibo no es nueva, pero en los últimos meses ha alcanzado niveles preocupantes.
Esta región, situada en la frontera entre ambos países, es rica en petróleo y ha sido motivo de discordia desde hace décadas. Sin embargo, en los últimos años, con la crisis económica que vive Venezuela y el descubrimiento de importantes yacimientos de petróleo en la zona, la tensión se ha intensificado.
Ante esta situación, el presidente brasileño propuso la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) para resolver la disputa. La Celac es un organismo regional que agrupa a 33 países de América Latina y el Caribe, y tiene como objetivo promover la integración y la cooperación entre sus miembros. Lula confía en que esta organización pueda servir como mediadora imparcial y contribuir a encontrar una solución pacífica a la disputa.