El jueves, Donald Trump se convirtió en el primer expresidente de Estados Unidos en ser declarado culpable por un delito de falsificar registros comerciales. Este histórico veredicto fue seguido por la declaración de Trump el viernes de que apelará la decisión.
«Vamos a apelar esta estafa», expresó Trump a una multitud de periodistas y seguidores reunidos en la Torre Trump de Nueva York.
En el vestíbulo de la Torre Trump en Manhattan, donde Trump lanzó su primera campaña presidencial en 2015, el exmandatario reiteró sus quejas, sin proporcionar pruebas, sobre cómo el juicio era un intento para obstruir su potencial regreso a la Casa Blanca. Además, advirtió que el caso demostraba que ningún estadounidense estaba a salvo de ser procesado por motivos políticos.
El anuncio de Trump ha generado controversia y ha puesto en el foco de atención el debate sobre la transparencia y honestidad de las actividades comerciales de figuras públicas de alto perfil en Estados Unidos. Los próximos pasos en este caso serán seguidos de cerca tanto por partidarios como críticos de Trump, mientras se espera que se desarrolle un nuevo capítulo en esta saga judicial.
