Internacional
Crisis en Bolivia: Partidarios de Morales retienen a militares en medio de protestas
En Bolivia, la tensión política y social ha escalado dramáticamente con el reciente asalto de tres cuarteles militares por parte de campesinos leales al expresidente Evo Morales. Este sábado, el gobierno boliviano denunció que estos grupos han tomado como rehenes a al menos 200 militares, confiscando también armamento de guerra y municiones. Este hecho se enmarca dentro de las protestas que comenzaron hace 20 días, en lo que se ha interpretado como un intento de desestabilización del gobierno actual de Luis Arce.
El incidente más visible ocurrió en el Regimiento Cacique Juan Maraza, donde imágenes difundidas por medios locales mostraron a militares rodeados por manifestantes armados con palos afilados, confirmando la gravedad de la situación. La Cancillería boliviana ha señalado que estos eventos son parte de una escalada de acciones desestabilizadoras contra el sistema democrático, a pesar de las múltiples invitaciones al diálogo por parte del presidente Arce.
Esta crisis se desarrolla en medio de otros conflictos, como la acusación de estupro contra Morales, que él rechaza como una persecución política. Sus seguidores, que han bloqueado las principales carreteras del país durante tres semanas, ven en estas acusaciones una estrategia para debilitar a su líder. Sin embargo, Morales, desde su huelga de hambre iniciada recientemente, ha pedido a sus seguidores una pausa en los bloqueos para evitar más violencia, aunque su pedido no ha sido acatado en su totalidad.
La situación en Cochabamba se agrava con la presencia de las Fuerzas Armadas enviadas por el gobierno para desbloquear rutas estratégicas, cruciales para el abastecimiento de combustibles y otros bienes esenciales. El fracaso parcial en estos intentos, con manifestantes resistiendo activamente, subraya la profundidad de la crisis y la polarización del país.
Estos eventos reflejan no solo una disputa política interna sino también las tensiones sociales y económicas que atraviesa Bolivia, con un gobierno tratando de mantener el orden mientras enfrenta oposición significativa. La resolución de este conflicto requerirá no solo de intervención interna, sino probablemente de un esfuerzo internacional para mediar y encontrar una solución que restaure la paz y el orden en el país.