Internacional
Once cadáveres fueron encontrados en una camioneta abandonada en Guerrero
El hallazgo de once cadáveres en una camioneta abandonada en Guerrero, México, ha sido un evento trágico que ha conmocionado a la comunidad y ha resaltado nuevamente la grave situación de inseguridad en esta región. Confirmado por la Fiscalía General del Estado de Guerrero, los cuerpos pertenecen a personas que habían sido reportadas como desaparecidas en octubre de 2024. Entre las víctimas se encontraban dos mujeres, cuatro menores de edad y cinco hombres adultos, todos originarios de la comunidad de Chautipan.
La camioneta fue descubierta en una avenida de Chilpancingo, una ciudad que ha sido escenario de violencia frecuente debido a las disputas entre bandas narcotraficantes. Las víctimas, que eran comerciantes, habían sido secuestradas presuntamente por la banda «Los Ardillos», conocida por su involucramiento en el tráfico de drogas y la extorsión. Los cadáveres fueron hallados la noche del miércoles, y desde entonces, la Fiscalía ha iniciado una investigación por homicidio calificado.
Este acontecimiento no solo subraya la violencia extrema en Guerrero sino también los desafíos que enfrenta la población local, atrapada entre la pobreza, la falta de oportunidades y el control de grupos criminales. La identificación de los cuerpos ha sido una tarea compleja debido a las condiciones en las que fueron encontrados, lo que ha añadido un grado de dificultad a la labor de las autoridades y el dolor de las familias afectadas.
La reacción pública y en redes sociales, como se ha visto en posts de X, refleja una mezcla de horror, indignación y una crítica hacia las autoridades por la gestión de la seguridad y la aparente normalización de la violencia en la región. La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, ha sido objeto de críticas por su respuesta al evento, especialmente después de que se la vio participando en actividades públicas mientras se desarrollaban estas tragedias.
Este incidente es un recordatorio de la urgencia de abordar la seguridad pública y las condiciones socioeconómicas en Guerrero para romper el ciclo de violencia y ofrecer a sus ciudadanos una vida libre de miedo y extorsión.