Internacional
Dinamarca aprueba bases militares de EE. UU. en medio de tensiones por Groenlandia

El Parlamento de Dinamarca, conocido como Folketing, aprobó este miércoles un proyecto de ley que autoriza la presencia de bases militares estadounidenses en suelo danés, con 95 votos a favor y 11 en contra. La medida, respaldada por una amplia mayoría, permite el despliegue de tropas estadounidenses y el uso de bases locales para ejercicios y almacenamiento de armas, fortaleciendo la cooperación en defensa dentro del marco de la OTAN. Los partidos opositores, Alianza Roja, los verdes de La Alternativa y una diputada independiente, votaron en contra, expresando preocupaciones sobre la soberanía nacional.
El acuerdo, firmado originalmente en diciembre de 2023 bajo la administración de Joe Biden, establece un marco legal para la presencia y operación de fuerzas estadounidenses en tres bases aéreas danesas: Aalborg, Karup y Skrydstrup. Según el Folketing, el objetivo es “fortalecer la defensa de Dinamarca y facilitar una respuesta rápida de la OTAN en nuestra zona”, como se indicó en un comunicado en su perfil de Facebook. Sin embargo, la aprobación llega en un contexto de tensiones por las declaraciones del presidente de EE. UU., Donald Trump, quien ha expresado interés en anexionar Groenlandia, un territorio autónomo danés, por su importancia estratégica y recursos minerales.
El ministro de Exteriores danés, Lars Løkke Rasmussen, aclaró que Dinamarca se reserva el derecho de rescindir el acuerdo si Washington intenta anexionarse Groenlandia, un punto sensible tras la visita del vicepresidente estadounidense, JD Vance, a la Base Espacial Pituffik en la isla a principios de 2025. Rasmussen enfatizó que el acuerdo de 1951, que permitió a EE. UU. establecer bases en Groenlandia durante la Guerra Fría, no incluye ceder soberanía. “Si EE. UU. desea una presencia militar más fuerte, hablemos, pero sin comprometer nuestro territorio”, afirmó en X.
La decisión ha generado críticas de sectores que consideran que el acuerdo cede soberanía a EE. UU., especialmente por la cláusula que otorga jurisdicción estadounidense sobre delitos cometidos por sus militares en Dinamarca. Organizaciones como Amnistía Internacional han cuestionado la falta de claridad sobre el almacenamiento de armas nucleares, un punto que fue eliminado del texto final tras controversias. Mientras tanto, la primera ministra Mette Frederiksen defendió la medida, argumentando que “la defensa de Europa depende de la OTAN, y EE. UU. es clave para nuestra seguridad”.
El acuerdo, vigente por 10 años sin posibilidad de modificación, refuerza la posición de Dinamarca como aliado estratégico de EE. UU. en el Ártico, pero también expone las fricciones derivadas de las ambiciones de Trump sobre Groenlandia. Las autoridades danesas han intensificado la inversión en defensa, con 6.900 millones de dólares presupuestados para 2024 y planes para adquirir nuevos buques árticos, en respuesta a las crecientes tensiones geopolíticas en la región.