Internacional
Trump impone restricciones de visado a ciudadanos de Venezuela, Cuba y otros cinco países
La orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump, que restringe el ingreso y la emisión de visas a ciudadanos de siete países, incluidos Venezuela y Cuba, entró en vigor este lunes 9 de junio, en medio de crecientes tensiones por redadas migratorias en Estados Unidos. La medida, que también afecta a Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán, limita visas de turista, negocios, estudiantes, regulares y de intercambio, como parte de la política de seguridad nacional de la administración para “proteger al país de amenazas terroristas”.
La orden ejecutiva, anunciada el 4 de junio por la Casa Blanca, incluye prohibiciones adicionales para ciudadanos de otros 12 países: Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. No afecta a quienes ya poseen visas válidas, residencias permanentes (Green Card), doble nacionalidad o visas diplomáticas, ni a miembros de equipos deportivos en eventos internacionales. Sin embargo, los nuevos solicitantes enfrentarán estrictos criterios migratorios, lo que ha generado incertidumbre entre comunidades de inmigrantes.
La implementación coincide con protestas violentas en Los Ángeles, donde el domingo manifestantes anti-ICE incendiaron vehículos y saquearon comercios, enfrentándose a la Guardia Nacional, que detuvo a decenas de personas. Las redadas de inmigrantes en situación irregular han intensificado el malestar, con denuncias de abusos frente a tribunales migratorios. El secretario de Estado, Marco Rubio, deberá presentar en 90 días un informe que evalúe la efectividad de la medida y recomiende su continuidad, modificación o finalización.
Organizaciones de derechos humanos y líderes demócratas han criticado la orden, calificándola de discriminatoria y exigiendo claridad jurídica. Mientras, el gobierno de Trump defiende la restricción como necesaria para la seguridad nacional. La medida ha generado reacciones internacionales, especialmente en Venezuela y Cuba, donde autoridades y ciudadanos expresaron preocupación por el impacto en sus comunidades. En los próximos meses, el informe de Rubio será clave para determinar el futuro de esta política migratoria.
