Internacional
Trump ordena despliegue de 2.700 militares en Los Ángeles tras violentas protestas anti-ICE

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este lunes el envío de 2.000 efectivos adicionales de la Guardia Nacional y 700 militares del Cuerpo de Marines a Los Ángeles para hacer frente a las protestas contra las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Las manifestaciones, que entraron en su cuarto día, escalaron en violencia con incendios de vehículos, destrozos en oficinas gubernamentales y saqueos en el centro de la ciudad, según informó el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD). El despliegue, calificado como “demente” por el gobernador de California, Gavin Newsom, marca la primera movilización de la Guardia Nacional sin el consentimiento estatal desde 1965.
Las protestas comenzaron el viernes 6 de junio tras operativos de ICE que resultaron en la detención de al menos 118 personas, incluidos 40 ciudadanos mexicanos, según autoridades consulares. Los manifestantes, muchos ondeando banderas mexicanas, bloquearon calles, incendiaron cinco autos autónomos Waymo y pintaron grafitis con mensajes anti-ICE en edificios federales, como el Centro de Detención Metropolitano. La policía respondió con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras, declarando asambleas ilegales en varios puntos, incluyendo la autopista 101. Hasta el momento, se reportan 56 detenciones en Los Ángeles y cinco agentes heridos, mientras que en San Francisco, 150 personas fueron arrestadas tras disturbios similares.
El portavoz del Pentágono, Sean Parnell, confirmó en X que los efectivos adicionales apoyarán a ICE para “garantizar que los agentes federales cumplan sus funciones” frente a lo que Trump describió como “agitadores profesionales e insurrectos”. El presidente afirmó que, sin su intervención, “Los Ángeles habría quedado completamente destruida”. Sin embargo, Newsom y la alcaldesa Karen Bass condenaron la medida como “inflamatoria” y “dictatorial”, argumentando que exacerba las tensiones y viola la soberanía estatal. Newsom anunció una demanda contra la administración Trump, calificando el despliegue como “inconstitucional”.
Mientras algunos residentes, como una empresaria local afectada por el vandalismo, apoyan las medidas de mano dura, otros, como Kelly Diemer, de 47 años, expresaron indignación, afirmando que “esto ya no es una democracia”. Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum condenó la violencia, pero instó a las autoridades estadounidenses a respetar el debido proceso y la dignidad humana en los procedimientos migratorios. Las protestas, centradas en la oposición a las redadas de ICE dirigidas supuestamente a miembros de cárteles, continúan generando un clima de alta polarización en California.