Trump dispuesto a acabar con narcotráfico en Venezuela

Estados Unidos reafirmó su compromiso para combatir el narcotráfico en Venezuela, asegurando que empleará todos los recursos disponibles para frenar el flujo de drogas desde ese país. La declaración llega en medio de una escalada de tensiones, tras el despliegue de buques de guerra estadounidenses en el Caribe, una acción del Pentágono que busca reforzar las operaciones antidrogas en la región. En respuesta, Caracas anunció la movilización de millones de milicianos bajo un supuesto “plan de paz” para contrarrestar amenazas externas.

La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, señaló que el presidente Donald Trump está decidido a utilizar todo el poder de Estados Unidos para llevar ante la justicia a los responsables del narcotráfico. Washington califica al régimen de Nicolás Maduro como un “cartel narcoterrorista”, acusándolo de operar una red criminal que trafica drogas hacia territorio estadounidense. Maduro enfrenta cargos formales en tribunales de Nueva York por narcoterrorismo y conspiración para importar cocaína, lo que intensifica el aislamiento diplomático de Venezuela.

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Recientemente, el Departamento de Justicia elevó a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto de Maduro, duplicando el monto ofrecido previamente. Según la fiscal general Pam Bondi, la Agencia Antidrogas (DEA) ha incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas al régimen venezolano, de las cuales siete toneladas estarían directamente relacionadas con Maduro.

Además, se han confiscado más de 700 millones de dólares en activos, incluyendo jets privados y vehículos, que evidencian la magnitud de estas actividades ilícitas.La confrontación entre ambos países se agudiza mientras Venezuela niega las acusaciones y califica la recompensa como una “cortina de humo” para desviar la atención.

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El canciller Yván Gil aseguró que las medidas de Washington son una “operación de propaganda política”. Mientras tanto, la presencia militar estadounidense en aguas cercanas y las sanciones económicas refuerzan la presión sobre el régimen chavista, marcando un nuevo capítulo en el conflicto bilateral.