Inundaciones repentinas en Marruecos deja 37 personas fallecidas

Unas lluvias torrenciales de carácter excepcional dejaron al menos 37 muertos y 14 heridos en la ciudad costera de Safi, según el balance oficial difundido este lunes por las autoridades locales. El fenómeno, ocurrido en apenas una hora, convirtió las calles en ríos de agua lodosa que arrastraron vehículos y mobiliario urbano, provocando escenas de devastación en esta localidad situada a 300 kilómetros al sur de Rabat.

Los servicios de Protección Civil continúan desplegados en labores de rastreo, rescate y asistencia a la población afectada. Las clases fueron suspendidas en toda la provincia, mientras dos de los heridos permanecen en cuidados intensivos en el Hospital Mohammed V. Se trata del episodio más mortífero de este tipo en Marruecos en más de diez años, superando tragedias similares registradas en 2014 y 2024.

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Imágenes difundidas en redes sociales mostraron torrentes de agua arrastrando coches y contenedores, mientras vecinos intentaban recuperar pertenencias entre el lodazal. “Es un día negro”, declaró a la agencia AFP Hamza Chdouani, habitante de la zona. El servicio meteorológico nacional anticipó nuevas precipitaciones para este martes en gran parte del país. Aunque las inundaciones no son raras en Marruecos, el país enfrenta desde hace siete años una severa sequía que ha agudizado la vulnerabilidad de su territorio frente a fenómenos extremos.

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En septiembre de 2024, lluvias intensas en el sur y sureste dejaron 18 víctimas mortales, mientras que en noviembre de 2014 al menos 32 personas fallecieron por desbordamientos de ríos en la región del Atlas. A ello se suma el terremoto de 2023, que causó más de dos mil muertes y evidenció la fragilidad de la infraestructura frente a desastres naturales.

La tragedia de Safi reabre el debate sobre la preparación del país ante fenómenos climáticos extremos y la necesidad de reforzar los sistemas de alerta temprana. Mientras tanto, las familias afectadas esperan apoyo inmediato para enfrentar las consecuencias de un desastre que ha marcado a la ciudad como uno de los episodios más dolorosos en la historia reciente de Marruecos.

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