Política
Juez de Nueva York niega fianza a ‘Fito’ Macías, líder de Los Choneros
José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, líder de la organización criminal Los Choneros, fue trasladado a la prisión federal de máxima seguridad MDC Brooklyn tras serle negada la libertad bajo fianza durante su audiencia de formulación de cargos en la Corte del Distrito Este de Nueva York, el pasado 21 de julio. La jueza Vera M. Scanlon rechazó la solicitud de fianza presentada por la defensa, respaldando la oposición de la Fiscalía, que calificó a Macías como “una persona extremadamente peligrosa” debido a su historial delictivo y dos fugas previas de prisiones en Ecuador.
Macías, extraditado desde Ecuador el 20 de julio tras su recaptura en Manta el 25 de junio de 2025, enfrenta siete cargos relacionados con conspiración internacional para distribuir cocaína, tráfico de armas y uso de armas de fuego en actividades de narcotráfico. La Fiscalía argumentó que su liderazgo en Los Choneros, responsables de asesinatos, secuestros y extorsiones, así como su capacidad para dirigir operaciones criminales incluso desde prisión, lo convierten en un riesgo de fuga y una amenaza para la seguridad pública. Su próxima audiencia está programada para el 19 de septiembre en la misma corte.
El MDC Brooklyn, conocido como “el infierno en la tierra” por sus duras condiciones, alberga a otros narcotraficantes de alto perfil como Ismael “El Mayo” Zambada, Rafael Caro Quintero y Vicente Carrillo Fuentes. Durante la audiencia, el abogado de Macías, Alexei Schacht, solicitó atención médica para las condiciones de salud del acusado, que incluyen hipertensión, gastritis y fragmentos de bala en el cuerpo de un tiroteo previo. La jueza ordenó que reciba tratamiento adecuado mientras permanece detenido.
La extradición de Macías, la primera de un ciudadano ecuatoriano directamente desde Ecuador a Estados Unidos, marca un hito en la lucha contra el crimen organizado transnacional. Las autoridades estadounidenses lo acusan de haber dirigido una red que traficó miles de kilogramos de cocaína desde Colombia, a través de Ecuador y Centroamérica, hacia Estados Unidos, en colaboración con cárteles mexicanos.
El caso, que podría resultar en una condena de 20 años a cadena perpetua, es visto como una victoria para el gobierno de Daniel Noboa, aunque refleja desafíos en el sistema judicial ecuatoriano.