La Fiscalía española ha iniciado un procedimiento de investigación contra el suspendido presidente de la RFEF por posible agresión sexual por el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso en el Mundial Femenino. Esta misma mañana, Ángeles Béjar, madre de Luis Rubiales, se ha declarado en huelga de hambre y se ha encerrado en una iglesia para protestar por lo que califica de «cacería» contra su hijo.
La Fiscalía ha abierto diligencias contra Luis Rubiales, cuyos hechos «podrían ser constitutivos de agresión sexual», tras recibier media docena de denuncias de ciudadanos por el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso tras las final de la Copa del Mundo femenina y sobre el que la jugadora negó cualquier tipo de consentimiento.
El organismo se pondrá en contacto con la deportista para saber si quiere inerponer una denuncia contra el ya inhabilitado presidente de la RFEF. El decreto de la Fiscalía cita las palabras de Hermoso, difundidas a través de un comunicado: «Ni mucho menos su beso fue consentido. Me sentí vulnerable y víctima de una agresión.
Luis Rubiales fue suspendido este fin de semana por la FIFA, que le inhabilitó durante 90 días de toda actividad ligada al mundo del fútbol, tras abrirle una investigación por su comportamiento en el pasado Mundial de Fútbol femenino.
Con la inhabilitación de la FIFA, la presidencia de la federación ha pasado a manos del hasta ahora vicepresidente Pedro Rocha, muy cercano a Rubiales. El nuevo máximo responsable del fútbol español ha convocado una reunión urgente para esta tarde con los presidentes de las federaciones territoriales para tratar el asunto.
La madre de Rubiales, en huelga de hambre
La madre de Rubiales se ha encerrado en una iglesia y se ha declarado en huelga de hambre hasta que se ponga fin a la “cacería, inhumana y sangrienta que están haciendo con mi hijo con algo que no se merece”.
Ángeles Béjar ha asegurado que su encierro, en la iglesia de la Divina Pastora de Motril, en Andalucía, en el sur de España, será “de manera indefinida”, ya que considera que “no existe abuso sexual al existir consentimiento por ambas partes”.
Tras varios días de presión social y política por lo ocurrido en la final de la Copa del Mundo, se esperaba que el exmandatario dimitiese en una asamblea extraordinaria de la RFEF organizada el pasado viernes, pero en lugar de ello, justificó su gestión y declaró ante los aplausos de los asistentes: “¡No voy a dimitir!”
Su actitud de mantenerse en el cargo, pese al citado beso y a toda una serie de actitudes puestas al descubierto por jugadoras y medios de comunicación, provocó una segunda oleada de críticas y de anuncios de futbolistas, tanto del equipo femenino como masculino, renunciando a la selección, bajo el lema “Se acabó”.
