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Ante la crisis en Colombia, Petro aún tiene dos opciones
Varios políticos de la oposición han entablado demandas contra el presidente de Colombia, y algunos piden incluso su renuncia. «Si pasamos a una crisis de Estado, puede significar que Gustavo Petro se vea obligado a renunciar a la presidencia de la República, por lo que la vicepresidenta, Francia Márquez, debe convocar a nuevas elecciones, debido a que este Gobierno no lleva ni dos años en el poder”, explica el científico.
El trauma de la ingobernabilidad de Samper
Que un presidente no termine su mandato puede parecer casi «normal» en otros países de América Latina, en Colombia sería inaudito.
¿Qué tan robustas son las instituciones democráticas en Colombia? Según la jurista colombiana Liliana Estupiñán, líder y cofundadora de la Red de Constitucionalismo Crítico de América Latina, «Colombia, a pesar de la violencia que ha padecido durante más de 60 años, a pesar de haberse convertido en una fábrica de víctimas, ha construido un Estado de derecho sólido. A pesar de esta – y de todas las crisis espantosas que hemos vivido – incluso en los peores momentos del narcotráfico, el Estado de derecho sigue incólume y es el único que puede permitir salir de esta crisis como corresponde”.
La mera sospecha de que el narcotráfico pueda haberse colado a la campaña electoral de un presidente despierta en los colombianos el trauma nacional de pérdida de ética y gobernabilidad que dejó el mandato de Ernesto Samper (1994-1998), considerados los «años perdidos”.
Algo impensable para la jurista Estupiñán, quien destaca el amplísimo respaldo con el que cuenta el ya aprobado Plan Nacional de Desarrollo. Un proyecto clave para Colombia «pensado en clave de agua y cambio climático”.
La Colombia de 1994 parece ser empero otra a la de 2023. «Colombia hoy es más madura que en la época de Samper”, considera Estupiñán, y agrega que parte de eso tiene que ver con el desarrollo del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC, a pesar de las dificultades. «Quienes antes se consideraban enemigos, pueden verse hoy como adversarios políticos”, concluye.