Esta semana, el Dr. Carlos Farhat, Epidemiólogo de Municipio de Guayaquil, cumpliendo las disposiciones de la alcaldesa Cynthia Viteri, visito dos de los sectores que, en el informe epidemiológico de la semana #5, tienen más altos los casos sospechosos de COVID-19, junto a Socio Vivienda, Las Malvinas, y Letamendi.
Las parroquias Febres Cordero y García Moreno fueron monitoreadas directamente por parte del epidemiólogo, para analizar en terreno los casos, junto a los brigadistas. “Este sector de la García Moreno, al comienzo de la pandemia, fue uno de los más golpeados; por esto, junto con las brigadas sectorizadas, las intervenimos y logramos bajar la tasa de contagios, pero ahora parece que los moradores se sienten confiados, por lo que han relajado los cuidados necesarios y eso se está observando por el aumento de casos en estos sectores”, indicó.
En los recorridos que realizan los brigadistas, si se encuentran pacientes con sintomatología de COVID-19 y resultan positivos, se realiza inmediatamente el aislamiento, medicación y seguimiento por parte de las brigadas municipales.
Uno de esos casos es el de Danny y su madre Mercedes, moradores de la parroquia García Moreno. El primero tuvo los síntomas y al realizarse una prueba PCR resultó positivo. Este joven de 30 años explica cómo se contagió: “Soy asesor de seguros, mi trabajo es estar en la calle, visitando a varias personas y pienso que así contraje el virus a pesar de mantener las medidas de bioseguridad. Tuve los primeros síntomas y me realicé la prueba, que salió positiva. Me puse súper mal; sentí por tres ocasiones que me ahogaba, como que me apretaban duro el pecho. Me asusté mucho, jamás pensé en contagiar a mi madre, pero en esta casa solo vivimos los dos y ella está ahora postrada. Mi madre tiene 60 años y para ella ha sido más duro pasar esta enfermedad; me duele ver a mi madre así”.
Mercedes, su madre, postrada en una cama, relata sus 8 días viviendo con el virus: “Esto es horrible, he sentido la muerte de cerca, pero la ayuda de los médicos municipales ha sido vital. Ellos se mantienen cuidándome, tomándome la presión, viendo mis pulsaciones, además de brindarme medicación y darme indicaciones para poder soportar este virus. Realmente pensé que jamás me pasaría, siempre me he cuidado, y ahora me contagié por cuidar de mi hijo, pero gracias a los profesionales de la salud, ya voy saliendo de esto”.
