Ecuador despertó el primer día del año 2021 con un optimismo ambivalente, con la mirada puesta en las elecciones generales del próximo 7 de febrero, con la angustia de una crisis económica que ha zarandeado al empleo y con el anhelo de que la vacuna contra la covid-19 llegue a tiempo y a todos.
Y es que el 2020 fue quemado con dolor por muchos hogares ecuatorianos, que suelen despedir los años con la tradicional incineración de un monigote con el que representan al Año Viejo, un anciano que muere para dar paso a otro nuevo lleno de esperanzas.
Esa quema se realiza en la Nochevieja, pero en esta ocasión fue muy limitada debido a las restricciones aplicadas por las autoridades para frenar un eventual auge del coronavirus SARS-CoV-2, especialmente una última variante identificada en Reino Unido que ha encendido las alarmas en todo el mundo.
Para la epidemióloga ecuatoriana Catalina Yépez, la situación se asemeja a un «déja vu», algo ya vivido que vuelve a repetirse, pues los países latinoamericanos «vimos como el virus entró por vía aérea, por pasajeros de Europa donde la situación estaba descontrolada».
«Hemos vuelto a ver información de cantidad de casos» en Europa, tras los primeros síntomas de relajación social poscuarentena, que ha llevado a algunos países de esa región a confinarse nuevamente, refirió a Efe la experta.
Esa nueva mutación del virus que se ha detectado desde septiembre pasado en Europa ya ha sido detectada en otras regiones y «es probable que la variante ya esté entre nosotros», en Ecuador, acotó Yépez, una exconsultora de la Organización Panamericana de la Salud.
La experta remarcó el hecho de que esta situación ocurra en un momento en el que muchos países ya han empezado la vacunación, mientras que Ecuador se prepara para empezar a hacerlo en este mismo enero.
Según Yépez, algo tarde, pues el proceso de vacunación seguramente tardará durante todo el año 2021.
El económico, es otro factor que a los ecuatorianos les preocupa del nuevo año, pues tras un 2020 crítico, se esperaría un cambio para mejorar.
Los acuerdos crediticios que el Gobierno del presidente Lenín Moreno alcanzó con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por más de 6.500 millones de dólares, han generado críticas en algunos sectores sobre las condiciones fiscales y legales de dichos convenios.
Pese a que el Gobierno de Moreno ha advertido que esos acuerdos fueron imprescindibles para encarar la pandemia, varios economistas opositores a las «recetas del FMI», aconsejan revisarlos.
Además, consideran que el acuerdo, que se aprobó en octubre pasado y que tiene un plazo de pago de diez años con cinco de gracia, ha sido encajado para que lo afronten los próximos gobiernos, pues el de Moreno fenece el próximo 24 de mayo.
El economista Pablo Dávalos, un crítico de Moreno, incluso cree que hay causas legales y constitucionales para oponerse al acuerdo firmado con el FMI y por ello anticipa que si en las próximas elecciones generales del 7 de febrero saliera vencedor un aspirante de la izquierda o el progresismo, ese convenio podría ser revisado.
Para él, los ecuatorianos podrían trastocar las intenciones de supuesto «tutelaje» del FMI, si votan por una opción distinta a la que representa Moreno o sus afines en las elecciones venideras.
Algo más de 13 millones de ecuatorianos están facultados para participar en las elecciones generales del 7 de febrero, donde se designará al sucesor de Moreno y se renovará la Asamblea Nacional (Parlamento).
Justamente, este 31 de diciembre, el último día del 2020, arrancó la campaña electoral con dieciséis binomios (fórmulas electorales de presidente y vicepresidente) inscritos en firme.
Muchos ecuatorianos critican el elevado número de listas y el desconocimiento que la población tiene de muchos de ellos.
En la calle muchos transeúntes afirman que solo conocen a los personajes que más aparecen en la televisión o en las redes sociales.
Entre los candidatos a la Presidencia más conocidos figura Andrés Aráuz, afín al expresidente Rafael Correa y con amplias posibilidades; así como el banquero Guillermo Laso, a quien lo vinculan con Lenín Moreno y que también goza de amplio respaldo.
También la gente de a pie reconoce al exmandatario Lucio Gutiérrez, al empresario y exdirigente futbolero Isidro Romero, al académico César Montúfar, al dirigente indígena Yaku Pérez, al político Gustavo Larrea, al cantante Juan Fernando Velasco, al exprefecto Paúl Carrasco y a la exasambleísta Ximena Peña.
Sin embargo, la mayoría dice desconocer a Gerson Almeida, Carlos Sagñay, Xavier Hervas, José Freile, Giovany Andrade o Guillermo Celi, así como a casi todos los candidatos a la Vicepresidencia. EFE
