La inclusión financiera en el empoderamiento y recuperación poscovid es clave para la reactivación económica del país. El presidente de la República, Guillermo Lasso, fue testigo de honor durante la suscripción de la Declaración Maya por la Inclusión Financiera -entre la Superintendencia de Bancos y la Alianza para la Inclusión Financiera (AFI)- iniciativa global que impulsa el desarrollo de sociedades más justas, mediante el cierre de brechas económicas y sociales por las que atraviesan los segmentos poblacionales excluidos de los productos y servicios financieros. El evento se realizó esta noche, 22 de noviembre de 2021, en el Palacio Presidencial en el centro de Quito y contó con la presencia de distintos representantes de las Superintendencias de Bancos de América Latina y el Caribe; así como presidentes de Bancos Centrales de la Región.
Incluir a las mujeres dentro del sistema financiero formal; la protección al consumidor-con trato justo y transparente-; la protección de datos y mecanismos de resolución de conflictos son algunos de los compromisos planteados al firmar este importante documento
En ese sentido, el presidente Lasso expresó que el Gobierno del Encuentro promueve la aplicación de políticas públicas e inclusivas; y estas deben contar con una perspectiva social, económica y financiera, además del apoyo de organizaciones internacionales. Por ello, la suscripción de esta declaración será útil “para crear mayores oportunidades para miles de personas que podrían tener crédito para emprender un negocio; para mejorar su calidad de vida y orientarnos al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente para mujeres, jóvenes y adultos mayores”, dijo.
Lasso insistió en el trabajo que lleva a cabo para ampliar un abanico de oportunidades en varios sectores, entre ellos el servicio bancario, con miras a mejorar la calidad de vida de la población: “vamos a disminuir las brechas de género en el acceso a crédito; en sistemas de pago electrónico; fomentaremos un economía moderna, competitiva y democrática”.
Con esto, el Jefe de Estado insistió en que en este nuevo Ecuador no solo se busca generar empleo o mejorar los sistemas de educación y salud, sino que también trabaja para que la mayoría acceda a los servicios financieros que generalmente están al margen de la población de bajos recursos, tal como lo señala la última medición del Global Findex -del Banco Mundial- que reporta que en el país, el 50.9 % de la población tiene acceso a una cuenta en una institución financiera; el 28.4 % tiene una tarjeta de débito cuando el promedio en América Latina y el Caribe es del 41.5 %.
Para Ruth Arregui, superintendenta de Bancos, según las métricas generales de la banca regional, “Ecuador presenta un rezago en el promedio de Latinoamérica”. Por ello es trascendental el esfuerzo público-privado para combatir las falencias y las brechas, por lo que reafirmó su compromiso de trabajar en la inclusión de las poblaciones más vulnerables, mejorar los indicadores de inclusión financiera y los procesos de protección al consumidor financiero, y adoptar mejores prácticas de regulación prudencial hacia un sistema financiero bancario poscovid.
La Superintendencia de Bancos, por primera vez en la historia, ocupa la vicepresidencia del Filac de la Alianza para la Inclusión Financiera para América Latina y el Caribe. Arregui señaló que trabajará aún más en la reconfiguración del ecosistema bancario con claros principios de estabilidad, integralidad y protección al consumidor financiero a mediano plazo.
Mientras que el director ejecutivo de AFI, Alfred Hannig, dijo que desde la organización que dirige apoyarán a todas las acciones emprendidas por el país y la Superintendencia de Bancos, que se orienten a fomentar el desarrollo inclusivo y mitigar la pobreza.
Con la Declaración Maya por la Inclusión Financiera se impulsa un Ecuador más justo y sostenible, con políticas públicas que fomentan el acceso a productos y servicios financieros de un mayor número de ecuatorianos, creando más oportunidades para poblaciones vulnerables.