El pasado jueves, el Ejército israelí realizó un ataque aéreo contra una escuela de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el centro de Gaza, provocando la muerte de al menos 33 personas según funcionarios de salud palestinos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que los combatientes de Hamás que perpetraron un ataque contra Israel el 7 de octubre utilizaban la escuela como refugio y desde allí coordinaban actividades terroristas.
Por otro lado, la oficina de prensa de Hamás rechazó estas alegaciones y acusó a las fuerzas israelíes de cometer un «crimen brutal» en contra de personas desplazadas que se encontraban en la escuela. Este trágico suceso ha generado una condena internacional y ha reavivado la tensión en la región, enfatizando la urgencia de encontrar soluciones pacíficas y garantizar la protección de civiles en conflictos armados.
