Conéctese con nosotros

Opinión

Entendiendo el Conflicto Armado No Internacional: Caso Tadic

Publicado en

en

El caso Tadić, resuelto en 1995 por el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia. En 2025, su impacto persiste en conflictos contra grupos delictivos organizados.es una herramienta poderosa para países, donde estos grupos delictivos organizados han desestabilizado la nación. Al juzgar a Tadić por crímenes brutales en la guerra de Bosnia, este fallo no solo castigó atrocidades, sino que dio al mundo un arma legal para declarar y combatir conflictos internos como una guerra legítima.

En 2025, con el narco-terrorismo apoderándose de nuestras calles, este caso nos enseña cómo enfrentar a estos enemigos con firmeza, usando el derecho internacional para respaldar una lucha patriótica. El fallo de este caso define un conflicto armado no internacional(CANI) como una violencia intensa y sostenida dentro de un país, ya sea contra grupos organizados como los GDO o entre ellos. No hablamos de simples crímenes, sino de estructuras con mando, logística y capacidad para desafiar al Estado, como los GDO en Ecuador. Esto permite declarar un conflicto armado, activando leyes internacionales que justifican una respuesta militar contundente. Ya no son solo delincuentes; son beligerantes que amenazan la soberanía, y el Estado puede combatirlos como en una guerra, con todo el peso de la ley detrás.

Históricamente, las naciones evitaban tratar conflictos internos como guerras para no darles legitimidad a los rebeldes, pero este caso rompió ese tabú , desde las guerras civiles más sangrientas, como la de España, se entendió que ignorar estos conflictos solo fortalece al enemigo. En Ecuador, donde los GDO controlan territorios y aterrorizan comunidades, declarar un conflicto armado no internacional, como se sugiere, da al gobierno el derecho de usar fuerza letal, coordinar operaciones militares y recuperar el control, siempre bajo normas internacionales que legitiman la lucha.

Para los combatientes capturados, como miembros de estos grupos, el fallo es claro: no son prisioneros de guerra con privilegios, como en guerras entre países. Pueden ser juzgados por traición o terrorismo, pero deben recibir un trato mínimo: nada de torturas ni ejecuciones sin juicio. Esto no es debilidad; es estrategia. Mantener estándares básicos evita que el enemigo use abusos para justificar su causa, mientras el Estado los aplasta con superioridad moral y militar. Estas reglas, sacadas de tratados internacionales, aseguran que Ecuador luche con firmeza pero sin caer en la barbarie de los criminales.

Publicidad

El caso Tadić nos da un marco legal para combatir con todo, sin ceder un centímetro. En 2025, con el narco-terrorismo desafiando nuestra patria, este fallo es un llamado a la acción: declarar la guerra, combatir sin tregua y devolver la paz a Ecuador con mano firme.

Por: Marco Nahum

MÁS EDITORIALES