La economía de Estados Unidos eliminó empleos por primera vez en ocho meses en diciembre cuando el país cedió ante una avalancha de infecciones por COVID-19, lo que sugiere una pérdida significativa de impulso que podría interrumpir temporalmente la recuperación de la pandemia.
La caída en las nóminas no agrícolas informada por el Departamento de Trabajo el viernes se concentró en el sector del ocio y la hospitalidad sensible al coronavirus, que perdió casi medio millón de puestos de trabajo. Pero dado que otras industrias, como el comercio minorista, la fabricación y la construcción, obtienen mejores resultados, es poco probable que la economía vuelva a caer en recesión.
Casi $ 900 mil millones en ayuda adicional para la pandemia aprobada por el gobierno a fines de diciembre probablemente proporcionarán un respaldo. Se espera más estímulo fiscal ahora que los demócratas han obtenido un control efectivo del Senado de los Estados Unidos, lo que aumenta las perspectivas de la agenda legislativa del presidente electo Joe Biden. También hay optimismo de que el lanzamiento de las vacunas contra el coronavirus se coordinará mejor bajo la administración entrante de Biden.
El jueves, el Congreso certificó formalmente la victoria de Biden en las elecciones del 3 de noviembre, horas después de que cientos de partidarios del presidente Donald Trump irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos. El informe de empleo es uno de los cuadros de mando finales entregados durante la presidencia de Trump y es un recordatorio de la tumultuosa crisis económica que marcó sus últimos meses en el cargo.
«Esta es una pausa en la recuperación, no un estancamiento total», dijo Chris Low, economista jefe de FHN Financial en Nueva York.
