El Concejo Municipal aprobará una nueva ordenanza “que sanciona económicamente a los dueños de las casas privadas, es decir, hogares que realicen reuniones en la ciudad de Guayaquil. Esa sanción será económica y la primera será de un salario básico; la segunda, de dos; la tercera, de 3; la cuarta, de 4 salarios; y así seguiremos hasta que la gente entienda que el peligro no ha pasado, que la inminencia de cualquier desborde de la pandemia la vivimos todos los días porque recibimos personas de todo el país”.
Al respecto, Viteri dio a conocer que se realizarán controles conjuntos con la Policía Nacional, Fuerza de Tarea Conjunta, Agentes de Control Metropolitano, Justicia y Vigilancia, CSCG, Control de Vía Pública, “para, a través de la aplicación Sosafe, saber en qué casa, en qué ciudadela o en qué punto hay una reunión, tipo fiesta”.
“Cuando dicen 25 personas, son 30, 40, 50, es difícil controlar, sencillamente aquí en Guayaquil no pueden haber reuniones o fiestas, dentro de las viviendas, por eso la ordenanza que se aprobará esta semana incluye sanción económica para el dueño de la vivienda”, acotó la funcionaria.
“Si seguimos relajados, como en efecto ya están relajados, teniendo fiestas por toda la ciudad, matrimonios, bautizos, reuniones, que no es vital para el desenvolvimiento y desarrollo económico de la ciudad, serán sancionados, cada vez, con un salario mínimo vital adicional a quien infrinja esta disposición”, enfatizó Viteri.
“¡En Guayaquil no habrá fiestas ni reuniones ni de 25, 30 o 10 personas!, aquí tienen que saber que, en cualquier momento, si incumplen una disposición como esta, si se relajan, si no cuidan a sus familias, podría haber un incremento de casos de COVID en la ciudad y vivir la pesadilla que dejamos atrás y nos ha costado muchísimo”, reiteró, enfática, la primera personera municipal.
Viteri anticipó que el borrador de la ordenanza con la sanción para quien realice reuniones sociales o fiestas en su casa, se la enviará a los municipios de Samborondón, Durán y Daule, porque en las fiestas que se desarrollan en esos cantones hay asistentes que viven en Guayaquil y regresan a la ciudad.
