BEIJING (Reuters) – La capital de China, Beijing, dijo el miércoles que investigará a todas las personas que ingresaron a la ciudad desde el extranjero a partir del 10 de diciembre y cerrarán una estación de metro después de informar el mayor aumento diario de nuevos casos de COVID-19 en más de tres semanas.
Las medidas se producen en medio de lo que se ha convertido en el brote de COVID-19 más severo del país desde marzo de 2020 antes de la temporada navideña clave del Año Nuevo Lunar chino, cuando cientos de millones viajan, lo que genera temores de otra gran ola de COVID-19 que podría traer de regreso al país. en un punto muerto debilitante.
La Comisión Nacional de Salud dijo el miércoles que el 19 de enero se reportaron un total de 103 nuevos casos de COVID-19, en comparación con los 118 del día anterior. La provincia nororiental de Jilin reportó 46 nuevos casos, sin embargo, estableciendo otro récord en casos diarios, mientras que la provincia de Hebei que rodea a Beijing reportó 19 nuevos casos.
Beijing informó siete nuevos casos, que coinciden con el total informado el 28 de diciembre. De estos nuevos pacientes, seis pacientes viven en el distrito de Daxing y el operador del metro de la ciudad dijo que cerró la estación de metro de Tiangong Yuan ubicada cerca de los pacientes de Daxing como parte de COVID- 19 medidas de prevención.
El Beijing Daily, respaldado por el Partido Comunista, dijo que los líderes del partido y del gobierno de la capital se reunieron el martes por la noche y acordaron reforzar aún más el control, minimizar las reuniones públicas y reducir la carga de pasajeros en el transporte público.
ESFUERZOS DE CONTENCIÓN China ha optado por permitir que los gobiernos locales elijan sus propias tácticas para combatir los últimos brotes, un enfoque que evita los tipos de cierres generalizados durante el apogeo de la epidemia en 2020.
Las autoridades locales en el noreste de China, donde se encuentran la mayoría de los casos nuevos, han empleado una combinación de medidas que incluyen bloqueos, bordillos de viaje y pruebas masivas. Decenas de millones han sido puestos en casa o en cuarentena centralizada en las provincias de Hebei, Jilin y Heilongjiang.
La ciudad de Songyuan en Jilin ordenó el miércoles el cierre de la principal zona urbana bajo su jurisdicción y comenzó las pruebas masivas. Harbin, la capital provincial de la provincia de Heilongjiang, ha cerrado temporalmente negocios y lugares públicos como gimnasios, cafeterías, karaokes e instituciones religiosas.
Un funcionario del partido comunista en una aldea de Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, fue suspendido por maltrato a un hombre que trató de entrar a la aldea para comprar cigarrillos contra las órdenes de regresar. El hombre fue atado a un árbol y abusado verbalmente bajo las instrucciones del funcionario del partido.
El número de nuevos casos asintomáticos, que China no clasifica como casos confirmados, se redujo a 58 desde 91 casos un día antes.
El número total de casos confirmados de COVID-19 en China continental ahora es de 88,557, mientras que el número de muertos se mantuvo sin cambios en 4,635.
Las cifras excluyen los casos notificados en Hong Kong y Macao, que son territorios chinos pero informan de forma independiente sus datos. La comisión también excluye los casos denunciados en Taiwán, la isla autónoma que China afirma como propia.
