Mucho antes que empiece la crisis sanitaria, el sueño de muchos ecuatorianos era emprender sus propios negocios, sin embargo la burocracia, trabas, y restricciones por parte de los Organismos de Control impedían a rajatabla esta opción.
De repente a mediados del mes de marzo de 2020 nos declaramos en estado de emergencia, que arrastra consigo una crisis económica mundial, quebrando miles de empresas quienes han tenido que despedir a sus colaboradores, respetando o no la ley, ha sido sin duda alguna un reto angustiante para miles de desempleados, buscando alternativas, y poniendo en práctica su creatividad.
María José de 29 años era el sustento de sus padres. El 22 de marzo la despidieron de su trabajo en el que laboró por más de 5 años desempeñándose como cajera. Pero vio inmediatamente la oportunidad de emprender, pensó que llegó el momento que tanto esperaba, ya no era una opción sino una obligación empezar a trabajar por su cuenta. En la actualidad distribuye tortillas, y todos los derivados del verde, ha sido imparable su negocio hasta ahora, aunque su mayor deseo es formalizarlo, adquirir un préstamo para su crecimiento pero la desilusionan las restricciones por parte de éstas instituciones.
Ahora es cuando el desafío comienza para todos los ecuatorianos quienes cargan consigo un espíritu de lucha constante, esperando que los negocios nuevos activados por la crisis sanitaria continúen y sigan creciendo luego de esto, y los diferentes Organismos de Control deberían crear alternativas flexibles de financiamiento y reducir tramitologías para que los emprendedores puedan clarificar y posicionar sus ideas y negocio.
Andrea Figueroa Gómez
Consultora tributaria
Control Tax Ecuador
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