La ex embajadora de Naciones Unidas, Nikki Haley, ha decidido poner fin a su campaña por la Casa Blanca tras los resultados de las votaciones de las primarias del Partido Republicano, donde no logró obtener victorias significativas, salvo en Vermont. Con una declaración firme, Haley afirmó: «Ha llegado el momento de suspender mi campaña. Dije que quería hacer oír las voces de los ciudadanos estadounidenses. Lo hice. No me arrepiento».
A pesar de su retirada de la contienda presidencial, la política republicana reafirmó su compromiso con los valores en los que cree. «Aunque ya no seré candidata, no dejaré de usar mi voz para defender las cosas en las que creo», aseguró Haley, destacando su intención de seguir participando en el ámbito político y social de Estados Unidos.
El presidente Joe Biden reaccionó a la noticia de la retirada de Nikki Haley con un mensaje conciliador hacia los seguidores de la ex embajadora. En una declaración escrita, Biden expresó: “Donald Trump ha dejado claro que no quiere seguidores de Nikki Haley. Quiero ser claro: hay un lugar para ellos en mi campaña”, extendiendo una invitación a aquellos que apoyaban a Haley a unirse a su causa. Además, Biden elogió la valentía de Haley por postularse a la presidencia y por enfrentar de manera directa a Donald Trump.
«Se necesita mucho coraje para postularse para presidente, esto es especialmente cierto en el Partido Republicano actual, donde pocos se atreven a decir la verdad sobre Donald Trump. Nikki Haley quería hacerlo: habló del caos que siempre viene después de Trump, de su incapacidad para distinguir el bien del mal, de su cobardía frente a Vladimir Putin”, afirmó el jefe de la Casa Blanca en un gesto de reconocimiento hacia la ex embajadora.
La decisión de Nikki Haley marca un punto de inflexión en la carrera hacia la Casa Blanca, dejando abiertos interrogantes sobre el futuro político de la ex embajadora y el impacto de su retirada en el escenario republicano de cara a las próximas elecciones.