La noche del sábado 13 de abril de 2024, una multitud de personas se reunió en las principales ciudades de Irán para celebrar y respaldar un ataque sin precedentes lanzado contra Israel, considerado el enemigo jurado de la República islámica.
En Teherán, la capital de Irán, los manifestantes se congregaron en la céntrica Plaza Palestina poco después del anuncio del lanzamiento del ataque, el cual fue llevado a cabo por los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del país. Entre consignas como «Muerte a Israel» y «muerte a Estados Unidos», los participantes coreaban reivindicaciones tradicionales de la Revolución Islámica de 1979, según constató un periodista de la Agence France-Presse (AFP).
En medio de la multitud, se podían observar numerosas banderas iraníes y del Hezbolá libanés, un grupo respaldado por Irán. La agencia oficial de noticias de Irán, Irna, compartió en sus redes sociales videos de manifestantes ondeando banderas iraníes y celebrando el ataque, ya sea a pie o desde vehículos.
El apoyo a esta acción militar refleja la postura desafiante de Irán hacia Israel y Estados Unidos, así como su respaldo a grupos aliados en la región.
Este evento ha generado reacciones a nivel nacional e internacional, incrementando las tensiones en una región ya marcada por conflictos y disputas políticas. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca el desarrollo de estos acontecimientos y sus posibles repercusiones en la estabilidad y seguridad global.
