El martes, el gobernador de la región de Odesa, al sur de Ucrania, anunció un día de luto en memoria de las víctimas de un ataque con misiles de origen ruso que causó la muerte de cuatro personas y dejó más de 20 heridos.
Según Oleh Kiper, gobernador de la región, el devastador ataque impactó una de las áreas más concurridas de la ciudad de Odesa, conocida por ser un lugar popular entre locales y turistas para pasear y practicar deportes. Lamentablemente, una quinta persona falleció debido a un derrame cerebral relacionado con este trágico suceso.
Las reacciones de consternación no se hicieron esperar, con el alcalde de Odesa, Hennadii Trukhanov, describiendo a los responsables como «monstruos» y expresando su indignación por el ataque indiscriminado en un lugar tan pacífico como el paseo marítimo. Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy envió sus sinceras condolencias a los familiares de las víctimas y aseguró que los heridos están recibiendo la atención necesaria para su pronta recuperación.
