Las autoridades talibanes confirmaron el martes un trágico incidente que conmocionó a Afganistán: un ataque nocturno perpetrado en una mezquita chií ubicada en el distrito de Guzara, en la provincia de Herat, ha cobrado la vida de al menos seis personas, incluido un niño inocente.
Según informó Abdul Mateen Qani, portavoz del Ministerio del Interior, un individuo armado desconocido ingresó a la mezquita y abrió fuego contra los fieles presentes antes de darse a la fuga. A raíz de este atroz acto, seis civiles perdieron la vida y otro resultó herido, generando consternación y condena en toda la región.
A pesar de que ningún grupo se atribuyó la autoría del tiroteo de inmediato, las sospechas recaen en la filial regional del Estado Islámico conocida como Estado Islámico-Khorasan (IS-K), también conocida como Daesh. Este trágico suceso subraya una vez más la fragilidad de la situación en Afganistán y la necesidad urgente de garantizar la seguridad y protección de todos los ciudadanos, sin importar su credo religioso
