Pilahuín, Tungurahua. Cientos de miles de familias de Ambato y Tisaleo, cuyos ingresos y sustento provienen del campo, podrán contar con agua de riego para sus tierras. Hoy, el Presidente de la República, Guillermo Lasso, dio inicio a la construcción del embalse de la quebrada de Chiquicahua, un compromiso realizado hace dos años, que beneficiará al sector agrícola, garantizará la soberanía alimentaria y permitirá incrementar, de manera, segura la producción.
La represa “asegura agua durante décadas para la producción agrícola y ganadera de las parroquias Pilahuín, Juan Benigno Vela y Santa Rosa, del cantón Ambato; así como del sector de San Juan, del cantón Tisaleo”, aseveró el Primer Mandatario.
En total, 3.233 hectáreas de las cuatro parroquias serán abastecidas con agua de riego de la represa Chiquicahua. La capacidad de almacenamiento de la represa es de 3 millones de metros cúbicos; suficiente para mantener un caudal base para cubrir lo requerido para riego, principalmente caudal ecológico; y un excedente de caudal para a futuro incrementar la capacidad de riego en la zona.
La obra beneficiará a al menos 627.694 habitantes, al inicio del proyecto; y a más de 1,3 millones al culminarlo. El Gerente General del Banco de Desarrollo, Homero Castanier, destacó que esta obra es histórica y emblemática, pues su objetivo principal será beneficiar al sector agrícola con riego, producción y empleo.
Para que esta promesa se materialice, el Gobierno destinó 26 millones de dólares, a través del Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE), para el Gobierno Provincial de Tungurahua. De esa cifra, la mitad son recursos no reembolsables. “Es decir que solo se pagará 13 millones y el GAD tendrá más dinero para realizar otras obras en beneficio de la comunidad”, aseguró el Mandatario.
Manuel Caizabanda, Prefecto de Tungurahua, destacó que “este es un sueño de más de 40 años y hoy se hace realidad. Para llegar a este día hemos tenido que trabajar arduamente en estos dos años. Lo más importante ha sido que cumplió su compromiso, su decisión y voluntad política”.
Además del agua de riego, el gobierno ha financiado otras obras a escala nacional, siempre priorizando el bienestar de la población en temas como vialidad, agua potable para combatir la desnutrición crónica infantil, entre otros. “El BDE ha aprobado para municipios y prefecturas del país 590 créditos por un monto de 830 millones de
dólares. De ellos, 200 millones han sido para proyectos de saneamiento, agua potable y alcantarillado”, señaló el Presidente.
En el caso de Tungurahua, esta administración ha destinado USD 43.7 millones para el desarrollo de obras en los sectores de vialidad, saneamiento, riego y control de inundaciones, como los más importantes.
Precisamente, durante el evento, Homero Castanier también anunció el compromiso de la entrega de casi 5 millones de dólares a la Prefectura de Tungurahua para la adquisición de un nuevo equipo caminero. “Nuestra articulación como Banco de Desarrollo con los gobiernos seccionales continúa; y así será hasta el último día de este gobierno. Así se demuestra que podemos tener objetivos comunes gobierno nacional gobiernos seccionales, sin importar la línea política, sino sólo en beneficio de la ciudadanía”, añadió.
