Desde hace un año aproximadamente se aplica un tratamiento alternativo con la toxina botulínica tipo “A” en el Hospital Teófilo Dávila, de la ciudad de Machala, provincia de El Oro.
Luis Gaibor Noboa, neurólogo de esta casa de salud, explicó que esta toxina es una proteína que ayuda a detener los espasmos musculares al inyectarse directamente en el músculo del paciente. “Se utiliza para los dolores crónicos, sialorrea, distonías (contracciones del musculo), lumbalgia crónica y como tratamiento de hiperhidrosis (sudoración excesiva)”.
Este tratamiento inició con 10 pacientes a los cuales se les inyectó la toxina botulínica con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida, “en algunos pacientes la terapia del dolor no funciona y aplicamos esta alternativa que ha permitido aliviar los dolores”, dijo el galeno.
Antes de realizar dicho tratamiento se hace un diagnóstico multidisciplinario con varios profesionales, quienes analizan las patologías de los pacientes y si es factible cumplir con este procedimiento.
La toxina se la puede aplicar en pacientes desde la infancia hasta en adultos mayores según su patología, para lo cual se necesita de la asistencia del médico ocupacional.