En una conferencia de prensa realizada durante la reunión del G7 en Italia, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, emitió una seria advertencia sobre una potencial operación militar en Rafah, señalando que tendría «consecuencias terribles» para los civiles en la zona. Blinken destacó la urgencia de proteger a la población civil en Rafah, donde residen aproximadamente 1,4 millones de personas, muchas de ellas desplazadas de otras áreas de Gaza.
El secretario de Estado enfatizó la importancia de permitir que la gente se aparte del camino de cualquier conflicto inminente, subrayando que esta tarea monumental requiere un plan claro y efectivo que garantice la seguridad y la asistencia humanitaria para todos los afectados.
«Es crucial no solo sacar a las personas del peligro, sino también asegurarnos de que reciban la ayuda humanitaria necesaria», expresó Blinken durante su intervención. El alto funcionario señaló que aunque una parte de la población pueda ser evacuada, una operación militar a gran escala inevitablemente tendría un impacto devastador en aquellos que permanezcan en la zona.
Las declaraciones de Blinken reflejan la postura firme de la administración Biden, que ha dejado claro que no respaldará una operación militar significativa en Rafah debido a las graves implicaciones humanitarias que conllevaría. La preocupación por la seguridad y el bienestar de los civiles en medio del conflicto en la región es primordial para Estados Unidos y sus aliados en el G7.
La advertencia de Blinken resalta la urgencia de encontrar soluciones pacíficas y diplomáticas para evitar una escalada de la violencia y proteger a la población vulnerable en Rafah. Ante la posibilidad de un conflicto inminente, la comunidad internacional debe redoblar sus esfuerzos para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los civiles afectados en la región.
