Internacional
Batalla de insultos entre Kamala y Trump a una sema de las elecciones
Con apenas una semana para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la contienda electoral adquiere un tono aún más combativo con Kamala Harris y Donald Trump intercambiando duras críticas en sus campañas. Harris, la actual vicepresidenta y candidata demócrata, se prepara para un discurso crucial cerca de la Casa Blanca, mientras que Trump se enfoca en Pensilvania, un estado decisivo en esta batalla electoral.
Ambos candidatos buscan el último impulso para persuadir a los votantes indecisos, con encuestas que sugieren una carrera extremadamente cerrada. Harris y Trump han adoptado una estrategia de menosprecio mutuo, cada uno cuestionando la capacidad del otro para liderar el país. Mientras Harris planea presentar su «argumento de cierre», Trump intenta consolidar su base, particularmente en comunidades con una fuerte presencia latina.
La campaña de Harris ha reaccionado rápidamente ante los comentarios ofensivos de un comediante en un mitin de Trump, lanzando un anuncio digital que busca captar el voto latino, subrayando la importancia de estos votantes en estados clave como Pensilvania, donde reside una significativa población puertorriqueña elegible para votar. Este segmento demográfico podría ser crucial dada la capacidad de Trump para generar controversias que afecten su apoyo entre estos grupos.
El clima de la campaña se ha cargado de acusaciones y caracterizaciones personales. Trump ha referido a Harris como «incompetente» y ha insinuado que sería fácilmente dominada por líderes mundiales, mientras que antiguos asesores de Trump lo han descrito como un potencial autoritario, una descripción con la que Harris ha coincidido, intensificando así el debate sobre la idoneidad de cada uno para la presidencia.
El contexto electoral se complica aún más con la historia reciente, como el intento de insurrectos de Trump de impedir la certificación de los resultados electorales de 2020. Harris planea usar este episodio para pintar a Trump como una amenaza para la democracia, contrastando su enfoque con el de Trump en su discurso en el Ellipse, el mismo lugar donde Trump incitó a la violencia antes del asalto al Capitolio. Con la elección tan cerca, cada estado en disputa se convierte en un campo de batalla crucial, donde cada voto puede marcar la diferencia.